A esta redacción llegó el testimonio de un guatemalteco que durante un año y seis meses tuvo a su cuidado a dos niñas que adoptaría legalmente en este país; no obstante las Leyes nacionales no le otorgaron la razón pues el último fallo del proceso decidió dejar a las pequeñas en custodia de una tía biológica.
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La historia comienza en 2008, cuando unas gemelas vieron por primera vez la luz del mundo; la situación económica, social, cultural y psicológica de la madre que las engendró la orilló a abandonarlas siete días después de su nacimiento.
Las pequeñas fueron declaradas en abandono por el Juzgado Primero de la Niñez y la Adolescencia con el consentimiento de la tía de las gemelas, la cual indicó entonces que las dejaba en disposición de los tribunales para que fueran estos órganos de Ley los que resolvieran la situación de las niñas.
Fue entonces cuando las niñas fueron entregadas a Américo Cayetano de Guglielmo Barillas, quien se ocupó de sus cuidados antes y durante el proceso de adopción legal que iniciara meses después de recibirlas en su residencia.
Según el testimonio de aquel hombre, las niñas fueron prematuras y habían nacido con problemas respiratorios; cuando las recibió tenían un peso de 3 libras y 12 onzas cada una; teniéndolas que llevar a un hospital inmediatamente para que su salud fuera estabilizada.
EL PROCESO
De Guglielmo inició con el trámite legal de adopción de las gemelas en 2008; en este proceso formaron partes los familiares biológicos de las niñas y la Procuraduría General de la Nación (PGN) la cual representa a los menores en estos casos.
La primera resolución del juzgado primero de la niñez y la adolescencia representó una gran alegría para De Guglielmo, pues declaró en una sentencia la adaptabilidad de la niñas con su persona, lo que significó que estas se quedaron bajo su cuidado mientras continuaba el procedimiento de adopción.
Sin embargo, la PGN apeló la resolución de la judicatura de la niñez, lo que a criterio de Cayetano representa una piedra de tropiezo dentro del proceso pues fue el inicio de una serie de acciones que dilataron el proceso y ensombrecieron esta historia.
LITIGIO
De Guglielmo comenta que el memorial de apelación de la PGN «carece de los requisitos necesarios para darle trámite a la misma», debido a que la Sala de apelaciones competente para conocer esta acción, está resolviendo con base a la Ley de la niñez y la adolescencia en conflicto con la Ley Penal. La PGN debió subsanar esa acción.
La sala de la niñez declaró con lugar la solicitud de la PGN, no obstante, De Guglielmo comenta que a partir de esas resoluciones le fue denegado el acceso al expediente y que tuvo conocimiento de la misma el pasado 2 de marzo, cuando solicitó a través de su abogado una copia íntegra del proceso en segunda instancia.
Pero la noticia que cayó como balde de agua fría en De Guglielmo, fue que un año y medio después de iniciado el proceso de adopción, la tía de las gemelas indicó al juzgado contralor del proceso que se haría cargo de las pequeñas.
La anterior solicitud fue emitida por la tía biológica de las niñas luego de una serie de estudios socieconómicos y psicológicos que ordenara el juzgado que tramitaba el proceso. Las razones que la mujer aportó a los jueces fue que año y medio atrás tenía problemas con su hermana, la madre de las gemelas y que ahora se haría cargo de ellas.
¿PUNTO FINAL…?
Lo más fuerte de asimilar para De Guglielmo fue que el juzgado le dio la razón a la tía de las gemelas y resolvió con lugar esa petición indicando que otorgaba la custodia de las niñas «por el bienestar de las menores», según la resolución.
Sumado a lo anterior, la resolución final de la Sala de apelaciones de la niñez indica que las niñas «Castellanos Sucelio» deben ser entregadas a sus familiares; no obstante que el apellido correcto de estas es «Castellanos Sulecio.
Actualmente el proceso está en apelación, sin embargo, las gemelas ya fueron separadas de De Guglielmo a quien supuestamente le serían entregadas después de un largo proceso legal de adopción; pues el juzgado resolvió (pese al error mecanográfico) que debía devolverlas a sus familiares biológicos.
La apelación de De Guglielmo está siendo estudiada por los magistrados Miguel íngel Gioardano, Rony Eulalio López y María Consuelo Porras Argueta, quienes integran la referida sala.
¿Justicia o injusticia? Muchas preguntas surgen a partir de esa situación, que aunque legal, es humana.: ¿A quién debe dar la razón la Ley en una situación de esa naturaleza en la que, al final, dos pequeños seres quedan en medio de una estructura jurídica que rige las normas de un Estado?