El invierno trajo la muerte


En Suecia un avión no puede despegar por el temporal. FOTO LA HORA: AFP JOHAN NILSSON

Equipos de rescate intentaban socorrer hoy a cientos de personas después de que la tormenta de invierno más virulenta de la última década dejara 57 muertos en Europa occidental, la mayorí­a de ellos en Francia.


En Francia las fuertes lluvias crearon daños. FOTO LA HORA: AFP FRANK PERRY

La costa atlántica de Francia fue azotada por la tormenta Xynthia, que desató vendavales y lluvias torrenciales el domingo, forzando al gobierno francés a declarar el estado de emergencia.

En Francia, el último balance era de 47 muertos y por lo menos 30 desaparecidos; medio millón de hogares seguí­a además sin electricidad, según informaron las autoridades.

Por lo menos cinco personas murieron en Alemania, tres en España, una en Portugal y una en Bélgica.

Más de 9 mil bomberos y socorristas franceses, apoyados por botes y helicópteros, se desplazaron hoy a las zonas afectadas para socorrer a los damnificados.

Olas de más de ocho metros obligaron a muchas personas en las regiones de Vandea y Charente (oeste) a treparse a los techos de sus casas, a pesar de vientos que alcanzaron velocidades de 150 kilómetros por hora.

Si esto hubiera ocurrido de dí­a, el balance de muertos no habrí­a sido tan desastroso, ya que la tormenta sorprendió a la gente mientras dormí­a», señaló el ministro del Interior, Brice Hortefeux, a la radio France Info.

«Junto con mi novia, alcanzamos a treparnos al techo por la ventana porque el agua subí­a rápidamente,» indicó Fabrice Petit du Bosquet, un habitante de L»Aiguillon-sur-Mer, donde cientos de familias debieron pasar la noche en albergues improvisados en escuelas y salas de baile.

«Intentamos subir nuestras cosas al entresuelo, pero decidimos que debí­amos subir al techo», añadió. «Esperamos allí­ durante una hora, hasta que vimos al propietario de nuestra casa en un barco».

La Unión Europea (UE) indicó que estaba lista para ofrecer apoyo a los paí­ses afectados por la tormenta y Francia señaló que podrí­a recurrir a él para costear los operativos de rescate.

El presidente Nicolas Sarkozy, quien se desplazó el lunes a L»Aiguillon-sur-Mer, anunció que desbloquearí­a 3 millones de euros para ayudar a las ví­ctimas a sobreponerse a los perjuicios económicos del desastre.

«Es una catástrofe nacional, un drama humano con un balance espantoso», señaló.

El ministro de Agricultura, Bruno Le Maire, prometió ayudar a las granjas e industrias pesqueras que fueron fuertemente golpeadas y el ministro de Comercio, Hervé Novelli, indicó que las pequeñas empresas afectadas podrí­an recibir hasta 10 mil euros (14 mil dólares) en ayuda.

Unos 500 mil hogares se encontraban aún sin electricidad el lunes en la mañana, después de que la tormenta dejase sin luz a un millón de hogares, informó la compañí­a de electricidad ERDF. Sarkozy prometió que la electricidad serí­a restablecida en su totalidad el martes.

El tráfico aéreo retornó a la normalidad en el aeropuerto Charles de Gaulle de Parí­s el domingo en la tarde, después de que la cuarta parte de los vuelos hubiese sido cancelada anteriormente, informó un portavoz.

Hacia el final de la tarde del domingo, la tormenta se desplazó hacia Alemania, Bélgica y los Paí­ses Bajos, informaron meteorólogos franceses.

Al menos cinco personas murieron en Alemania, la mayorí­a a causa de la caí­da de árboles, señaló la policí­a.

Dos hombres murieron en España cuando un árbol de desplomó sobre un coche, y una mujer de 82 años murió tras el colapso de un muro.

Asimismo, un niño de 10 años murió en Portugal tras ser golpeado por una rama y un hombre murió en Bélgica a causa de un árbol caí­do.