No quería incursionar en el proceso de la elección del rector de la Universidad de San Carlos para el próximo período; pero como generalmente cuestiono a colegas que suelen acuerpar una causa en forma conjunta, me preguntaba si era cierto todo lo que han escrito sus detractores en detrimento del abogado Estuardo Gálvez, quien aspira a la reelección.
Fortuitamente, el lunes anterior recibí una llamada telefónica del actual Rector de la carolina, con quien conversamos durante un buen rato, ocasión que aproveché para plantearle algunas dudas que me han surgido derivadas del bombardeo de críticas de que ha sido objeto. Intentaré resumir en este espacio los aspectos más importantes que abordamos.
La pregunta que me quemaba los labios era referente al manejo del presupuesto de la Usac, que asciende a Q1,152 millones, suma que, según sus críticos, el rector Gálvez maneja a su entera discreción. A su puro capricho, pues. -¡No es así!, me dijo con energía, para detallar que la cantidad global es distribuida porcentual y equitativamente entre las unidades académicas, que se distribuyen en 10 facultades, 12 centros universitarios y 8 escuelas, que son objeto de permanente fiscalización de la Contraloría General de Cuentas, además de auditorías internas, así como en la propia rectoría, para que exista transparencia en el manejo de todos los recursos de esa casa de estudios superiores.
«Acuérdese -subrayó-, que la Universidad de San Carlos no es dirigida unipersonalmente, sino que, además de los gobiernos plurales en cada una de las unidades académicas, funciona el Consejo Superior Universitario, que lo preside el rector, pero cuyos integrantes -por cierto, no todos me apoyan- son los decanos de las facultades y representantes de los colegios profesionales, de los catedráticos titulares y los estudiantes». Â
Le pregunté de dónde obtiene los recursos para financiar su campaña, a lo que me explicó que lo hace mediante la contribución voluntaria de catedráticos, profesionales no docentes, pensionados y estudiantes, porque aspiran a que continúen los proyectos y programas académicos y de otra índole que ha puesto en marcha la actual administración.
Aún con algunas reservas le traje a cuenta que sus adversarios o seguidores de los otros dos candidatos aseveran que el actual Rector ha erogado millones de quetzales en financiar su campaña, ante lo cual estalló en una carcajada y luego que se repuso me dijo que probablemente los gastos se eleven a unos Q200 mil y pico, y que en eso no se han utilizado recursos de la Usac, lo que se puede comprobar.
«Mire, Eduardo -advirtió-, yo me encuentro en desventaja ante mis oponentes -que no son mis enemigos, que conste-, porque soy el blanco de los ataques de los dos, quizá por el trabajo que he realizado, además del número de cuerpos electorales que se deben ganar». Explicó que mientras cada uno de los otros dos aspirantes a la rectoría debe obtener el voto de 17 de esas instancias para ganar, Estuardo Gálvez, por ser el rector en funciones, necesariamente requiere obtener el voto favorable de 22 cuerpos electorales.
Sin embargo, manifestó su confianza de que podrá alcanzar ese número de electores, en vista de la actividad que se ha desplegado en la Usac durante los recientes tres años y pico, especificando los avances logrados, especialmente en lo que se refiere a la política de descentralización de la educación pública superior, que permite que los guatemaltecos de todos los departamentos de la República graduados del nivel medio, tengan opción a ingresar a la Universidad y graduarse en diferentes disciplinas.
El rector Gálvez ofreció enviarme su programa de trabajo, para que me entere y lo publique si me interesa y lo estimo pertinente.
 (El pedante y engreído Romualdo Tishudo, recién graduado de médico en una universidad que no es la Usac, le escribe a su novia: -Yo sé que me extrañás…).Â