Cae el gobierno holandés por desacuerdos sobre Afganistán


Un soldado holandés, comandante de un pelotón, conversa con un poblador de Chora, Afganistán. El gobierno holandés se vio obligado a dimitir por controversia sobre los operativos en Afganistán. FOTO LA HORA: AFP Deshakalyan CHOWDHURY

El gobierno holandés de coalición de centro-izquierda del primer ministro Jan Peter Balkenende se disolvió hoy debido a un desacuerdo entre sus miembros sobre la prolongación de la misión de las tropas holandesas en Afganistán deseada por la OTAN.


«Voy a presentar a la reina, a más tardar en el dí­a, la dimisión de los ministros y secretarios de Estado del PvdA», el partido laborista, declaró Balkenende en una conferencia de prensa realizada de madrugada en La Haya. «Voy a poner a disposición las carteras y funciones de los otros ministros y secretarios de Estado», agregó.

La reina Beatriz «aceptará que el gobierno no puede gobernar», consideró más tarde el portavoz del ministerio de Interior Vincent van Steen. «Todos esperan que (la monarca) disuelva el gobierno y ordene nuevas elecciones cuando antes», declaró a la AFP, precisando que los comicios «tendrán lugar probablemente antes del verano, en junio a más tardar».

En este caso, agregó, las carteras del Partido Laborista serán atribuidas temporalmente a los otros dos partidos de coalición.

Las próximas elecciones legislativas debí­an tener lugar en marzo de 2011.

Presente en Afganistán desde 2006, Holanda tiene desplegados a 1.950 soldados, esencialmente en Uruzgán, una provincia del sur del paí­s en la que los talibanes son muy ofensivos. Su retirada debe comenzar en agosto y terminar a fines de año, según una decisión tomada en 2007 por el gobierno y ratificada por los diputados.

Los ministros de tres partidos de la coalición de centro-izquierda se habí­an reunido el viernes para estudiar una petición de la OTAN de que Holanda permaneciese un año más en Afganistán, hasta agosto de 2011, con una misión más «pequeña».

El partido laborista del ministro de Finanzas Wouter Bos, uno de los tres partidos de la coalición, se oponí­a de forma categórica al mantenimiento de una misión.

Una reunión organizada el miércoles entre los lí­deres de los tres partidos de la coalición -Balkenende, Bos y, por la Unión Cristiana, Andre Rouvoet- ya habí­a terminado sin consenso. Los diputados habí­an pedido al gobierno tomar una decisión antes del 1 de marzo.

El primer ministro Balkenende y su ministro de Relaciones Exteriores, Maxime Verhagen, habí­an sido presionados, en particular por Estados Unidos, para que mantuviesen a las tropas holandesas en Afganistán.

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, pidió a Holanda en una carta del 4 de febrero que deje tropas en Uruzgán hasta agosto de 2011, en una misión encargada de formar a las fuerzas de seguridad afganas.

«El secretario general sigue pensando que la mejor continuación que se puede dar a la misión podrí­a ser una nueva operación, más pequeña, después de 2010», declaró a la AFP el sábado el portavoz de la Alianza Atlántica, James Appathurai, tras el anuncio de la dimisión del gobierno de La Haya.

Presentada como un ejemplo a nivel internacional, la misión de Holanda en Afganistán tiene ahora un futuro incierto.

«Es un debate holandés que la OTAN respeta», aseguró Appathurai.

El ministro Wouter Bos fue acusado por varios partidos polí­ticos de intentar aprovecharse de la situación a dos semanas de las elecciones municipales previstas para el 3 de marzo, cuando su partido está cayendo en los sondeos. La misión holandesa en Afganistán siempre fue impopular en el paí­s.

Los soldados holandeses se hallan en Uruzgán en el marco de la Fuerza de Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la OTAN, que cuenta alrededor de 85.000 soldados.

En total, 21 soldados holandeses han muerto en Afganistán desde el inicio de su misión.