QUí‰ TRISTEZA


Que triste que en Guatemala, a alguien que se le reconozca por buen educador como el señor Bienvenido Argueta, y por ganarse un cargo de prestigio se preste a ser tapadera de robos. Esa ansia de prestigio polí­tico ojalá no vaya a ser motivo para que Portillo le diga: Argueta, bienvenido.

Guillermo Castañeda Lee, CUI 1996 53836 1905

Voy a aclarar que desde que empezó a sonar doña Nineth porque buscaba a su esposo que era miembro de los grupos subversivos, fue mi enemiga polí­tica nata.

Aparte de esa aversión por estar ligada en cierta forma a la guerrilla por su esposo, es de admirar el par de  pelotitas de oro que se anda colgando de las orejas y que se las restregó al Gobierno por toda la cara, pues los tiene afligidos viendo la forma de cómo ocultar todos los malos manejos de sus programas, especialmente el que tení­an para repartirle a los diputados.

El gobierno sabe que ya los magistrados se cansaron de que les estén viendo la cara de babosos, tanto los de la Corte Suprema como los de la Corte de Constitucionalidad y que tarde o temprano los conminarí­an a la entrega de los datos por lo que el tiempo es su mejor aliado en lo que logran arreglar y disipar mucho de lo actuado, pues el tiempo y el alzheimer todo lo borra.

La Ministra de Educación sabí­a de todos esos malos manejos y también no le gustó que le hayan ordenado que no destituyera a Joviel Acevedo a pesar de la autorización de los tribunales y por eso mejor optó por retirarse y por el deshonor que representaba tener que compartir la dirección de su ministerio con el bochinchero oficial del Gobierno. 

Si bien es cierto que lo robado ya no se puede recuperar, porque ya se lo dieron a los diputados, por lo menos de aquí­ en adelante les va a ser más difí­cil robar y ya no tendrán aquella cantaleta de que uno se oponí­a a la forma de administrar los programas, pues nunca habí­a aguantado hambre y era por que estaba contra los pobres.

Con todo este descrédito y que se les acabó el sobre mensual, los de la Gana no creo que son tan dóciles en apoyarle todo lo que pedí­an de ahora en adelante para esos programas, pues están perdiendo además del sobre, la posible reelección por ser ellos quienes le dieron la llave a los ladrones.

Ya tengo el ofrecimiento de que cuando se vayan los primeros empleados de ese programa a la cárcel o alguno de los que lo dirigen, me financiarán la publicación de los 60 artí­culos que mandé a la prensa  y como 300 comentarios en los blogs, que hacen  más de 200 páginas, todo esto a partir de julio del 2008.

Todo esto lo escribo a escondidas de la familia pues dicen que por allí­Â  hay alguien muy malo que debe muchos suicidios pero mi argumento ha sido que cuando matan a los que escriben, la prensa brinca, pero ellos me dicen que brincan por los periodistas profesionales, pero no por los empí­ricos que apenas hacen sus primeros tanes en el ocaso de la vida.