El presidente brasileño defendió ayer a sus homólogos de Venezuela y Bolivia y el de México los criticó, aunque hizo un llamamiento a la unidad de América Latina, durante un debate sobre la región ante la comunidad empresarial reunida en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza).
Ante una pregunta de la moderadora del debate sobre el presidente venezolano, Hugo Chávez, Lula subrayó que «fue elegido tres veces, todas de la forma más democrática posible, con presencia internacional», y defendió «sus proyectos energéticos con Venezuela».
Quiso tranquilizar a la audiencia empresarial asegurando que «la cuestión política en América Latina se está consolidando», que «Latinoamérica vive un momento de tranquilidad y paz» y que «todos (los mandatarios) saben que sólo hay una opción: fortalecer la democracia, no gastar más de lo que se puede, aumentar el crecimiento y fortalecer la relación entre nosotros».
Sobre su homólogo boliviano, Evo Morales, y la nacionalización del gas alegó que «el gas es suyo, es su única riqueza», y que además «México no abre mano de su petróleo y Brasil tampoco», y pidió «un poco de cautela en analizar estas cosas».
El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, que también participó en la conversación, coincidió en que «tiene que haber un Estado que haga algo para redistribuir los ingresos», lo que «no se debe confundir con populismo», ni tampoco se puede «condenar la necesidad de los gobiernos de distribuir los ingresos», en referencia a Bolivia.
Por su parte, Felipe Calderón sacó provecho de las decisiones económicas de «Argentina, Bolivia, Venezuela y otros» para proclamar que México es un país extremadamente seguro a la hora de invertir.
Añadió que la región debe cuestionarse si «es capaz de avanzar o retroceder, si apostamos por la democracia o permitimos que regresen dictaduras vitalicias» que nacionalicen sectores.
Pero ante la insistencia de la moderadora, dejó claro que «independientemente de la personalidad de Chávez, mi deber es estrechar lazos con todos los países de Latinoamérica», que la región «necesita estar unida» para «impulsar la transformación del continente».
«Quizá la tensión política hace que no haya concreción de más acuerdos» en la región, se preguntó.