Esta tarde deseo compartir con ustedes algunas consideraciones que me han movido a instalarme en la tarea del análisis internacional. Como politólogo, como guatemalteco, varios de mis amigos me han preguntado por qué centro mis columnas en el análisis internacional y en lugar de ello no me dedico al análisis situacional, el de nuestro país; por qué en lugar de escribir sobre ífrica, Medio Oriente, conflictos, terrorismo, negociación, resolución de conflictos, Derecho Internacional, desnutrición mundial y otros, no me dedico a escribir sobre temas que realmente interesan, según mis estimados detractores.
En primer lugar, considero que en el país existen suficientes y altamente capacitados analistas que con objetividad abordan la problemática doméstica y elaboran teorías que coadyuvan en la solución de dicha situación que enriquecen el análisis y el diálogo. En segundo lugar, desde mi enfoque personal, el contexto global y el entorno internacional obligan a una reflexión sobre la interdependencia de la problemática doméstica, no somos una isla y como tal nuestra realidad se refleja en el contexto internacional y el contexto a su vez influye en la problemática nacional. Al analizar el entorno, estaremos más capacitados para entender la fenomenología de nuestra realidad doméstica y a su vez para influir en ella y encontrar los mecanismos de cooperación internacional recíproca que nos permitan formular estrategias orientadas a promover la cooperación y la relación internacional en doble vía. Una especie de realidad espejo.
Por ello, a partir de la presente, intentaré continuar aportando desde el análisis internacional, como he titulado y delimitado mis columnas, diversas realidades sustentadas desde el análisis de coyuntura, abordando desde la bilateralidad, la multilateralidad, la economía internacional, la doctrina del Derecho Internacional, las Relaciones Internacionales, la Cooperación Internacional, los Derechos Humanos, entre otros, para que nos sirva de modelo, para que nos sirva de ejercicio mental que nos permita magnificar nuestra propia realidad y dimensionar nuestras propias fortalezas en la búsqueda de soluciones.
Los ejercicios electorales, los conflictos interétnicos, las diversas realidades económicas mundiales, las catástrofes naturales, el análisis de la fenomenología de otros contextos habrán de configurar escenarios que nos ayuden a reencontrarnos como sociedad y a encontrar probables soluciones a temas que desde la lejanía nos pueden resultar ajenos pero al mismo tiempo pueden aleccionarnos en la búsqueda de soluciones a nuestra problemática.
Deseo para finalizar, agradecer los comentarios y las críticas que me ayudan a crecer, que me mueven a continuar superándome, hacer análisis y menos internacional no es fácil, este debe sustentarse sobre realidades concretas, con el mayor rigor científico, eso pretende la columna, proveerles el sustento y el rigor que le permitan comprender de mejor forma el entorno internacional, las interioridades dentro del sistema mundial, de la interdependencia que nace de la inevitable globalización, asimilar que incidimos en el sistema y que este a su vez incide en nuestro contexto.
Envío mi amor a mi padre, Carlos Benjamín Escobedo Rodríguez, quien se encuentra padeciendo serios quebrantos de salud. Su ejemplo y dedicación son referentes, la herencia de su nombre, un honor.