Irán empezó hoy la producción de uranio altamente enriquecido pese a las protestas de las potencias occidentales y las amenazas de sanciones, afirmando al mismo tiempo que sigue abierta la puerta a un acuerdo de intercambio de combustible nuclear con las grandes potencias.

«Hemos empezado hoy (martes) a enriquecer uranio a 20% en una cascada separada (de centrifugadoras) de la planta de Natanz» (centro), declaró el jefe de la Organización iraní de Energía Atómica, Ali Akbar Salehi, a la agencia Isna.
El alto funcionario precisó que esa cascada de 164 centrifugadoras, «más en la escala de un laboratorio» que de una fábrica, producirá «3 a 5 kilos de uranio enriquecido a 20% por mes para el reactor de investigación de Teherán, lo que es el doble de nuestras necesidades».
El inicio del proceso de enriquecimiento de uranio a 20% fue anunciado el domingo por las autoridades iraníes y notificado oficialmente el lunes a la Agencia Internacional de Energía Atómica, cuyos observadores se encontraban el martes en la planta de Natanz, según confirmó la propia AIEA desde su sede en Viena.
La planta de Natanz se encuentra oficialmente bajo supervisión de esta agencia de Naciones Unidas.
Irán aseguró que su decisión de producir uranio altamente enriquecido fue tomada a raíz del bloqueo de las discusiones con el grupo de los Seis (Estados Unidos, China, Rusia, Francia, Gran Bretaña, Alemania) sobre la entrega a Teherán del combustible que necesita para su reactor de investigación médica.
El anuncio iraní suscitó airadas reacciones de las potencias occidentales, que temen que Irán trate de dotarse del arma atómica so pretexto de un programa nuclear civil, lo que Teherán ha negado reiteradamente.
El uranio débilmente enriquecido (entre 3 y 5%), ya producido por Irán, es utilizado como combustible en las centrales nucleares de producción de energía, pero con el uranio enriquecido a 90% se puede fabricar la bomba atómica.
Pero, según expertos consultados por la AFP, Irán no domina la tecnología de la transformación del uranio en barras de combustible.
Estados Unidos calificó la decisión iraní de «provocación», en tanto el jefe de la AIEA, Yukiya Amano, se declaró «inquieto».
El presidente francés Nicolas Sarkozy y el secretario norteamericano de Defensa Robert Gates «convinieron en que es el momento de adoptar sanciones fuertes».
Por su parte, China abogó en favor de la continuación de las discusiones y la búsqueda de un «consenso».
«Estados Unidos y Francia están errados, las sanciones no ayudarán a salir del bloqueo», afirmó el portavoz del ministerio iraní de Relaciones Exteriores, Ramin Mehmanparast. «Se equivocan si piensan que nuestro pueblo retrocederá un solo paso a causa de tales medidas», agregó.
Pero al mismo tiempo Irán reiteró que sigue estando «dispuesto a un intercambio» de combustible con las grandes potencias. «Seguimos estando dispuestos a un intercambio si nuestros pedidos son tomados en cuenta. La puerta no está cerrada», y en caso de acuerdo, el intercambio «puede hacerse en cualquier momento», dijo Mehmanparast.
Irán rechazó en noviembre pasado una propuesta de los Seis para el envío, en una sola entrega, de la mayor parte de las reservas de uranio iraní a Rusia y a Francia para ser enriquecido y transformado en combustible para el reactor de investigación de Teherán.
Amenazado ya de sanciones por esa negativa, el gobierno iraní dio plazo a los Seis hasta fin de enero para entregarle combustible nuclear con sus condiciones, es decir un intercambio simultáneo y en pequeñas cantidades sucesivas. Irán advirtió que de no haber acuerdo empezaría a enriquecer el uranio él mismo.