Por lo menos 9 mil 434 casos de violencia intrafamiliar fueron atendidos el año pasado por la Sección de Atención a la Ví­ctima de la Policí­a Nacional Civil (PNC); Guatemala es el departamento donde se registró el mayor número de denuncias. Miembros de la Sección indican que la magnitud del problema ha orientado a que 22 comisarí­as de la institución policí­aca tengan dos delegados para ofrecer atención a las ví­ctimas que sufren de violencia.

La información recopilada en cada una de las sedes policí­acas se congrega en la oficina de Atención a la Ví­ctima, ubicada en 10ª. avenida 13-92, zona 1 en la Dirección General de la PNC, donde también se puede hacer efectiva una denuncia.

La Sección trabaja junto a varias organizaciones no gubernamentales, el Ministerio Público (MP) y el Organismo Judicial (OJ).

Aunque la mayorí­a de casos recopilados son de violencia intrafamiliar, donde destaca la agresión fí­sica, psicológica y falta de manutención económica, también se proporciona apoyo a las ví­ctimas de la violencia generalizada, que ha sufrido por el asesinato de un familiar o por extorsión, así­ como hechos relacionados a delitos contra la niñez.

La mayorí­a de subestaciones policí­acas no cuenta con este apoyo, por lo que las personas que llegan a éstas son remitidas a las comisarí­as más cercanas de la persona afectada, donde pueden recibir asistencia inmediata, orientación personalizada, atención y tratamiento psicológico inicial, facilitación al acceso a otros servicios gubernamentales y especializados, asesorí­a legal y orientación sobre procedimientos a seguir e instituciones a dónde acudir. La asistencia es gratuita.

Según se indica, las mujeres tienen más confianza de solicitar ayuda a una delegada, que a un delegado, pues dicen sentirse identificadas.

DIFICULTAD

Aunque esta oficina proporciona asistencia desde el 10 de agosto de 1999, varios ciudadanos y ciudadanas guatemaltecas no conocen sobre la misma, lo que imposibilita a que se acerquen para solicitar ayuda.

Otro factor difí­cil de enfrentar es cuando una ví­ctima de violencia intrafamiliar (en su mayorí­a mujeres) después de ser manipuladas por su pareja, pretenden retirar los cargos de los que acusa a su agresor, sin embargo, si las fuerzas de seguridad están notificadas sobre el hecho, no es tan fácil desistir de la denuncia, según lo tipifica la Ley contra el Femicidio y otras Formas de Violencia contra la Mujer, afirma una fuente de la Policí­a.

Además, la falta de cultura de denuncia, complica la situación de los agraviados, pues muchos de ellos no dan a conocer la situación difí­cil por la que enfrentan, por temor a ser objeto de represalias.