Funes busca aliados para combatir la violencia


El presidente de El Salvador, Mauricio Funes. AFP PHOTO / Jose CABEZAS

El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, busca cerrar filas con empresarios, iglesias y otros sectores para impulsar un plan que privilegia la «represión» inmediata para contener la violencia generada por bandas criminales, que deja unos 12 homicidios por dí­a.


Tras reunirse en varias ocasiones con su gabinete de seguridad, Funes espera iniciar el viernes una serie de contactos para conocer las propuestas de gremios, universidades y la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social, un centro de estudios vinculado al sector empresarial.

«En forma inmediata el énfasis (del plan de seguridad) va en la represión del delito», adelantó Funes este jueves en una entrevista televisiva.

El Salvador, que registró durante el año pasado 4.367 homicidios, acumuló durante enero 404 asesinatos, 30 más que en el mismo mes del año pasado, según estadí­sticas oficiales.

La Cámara de Comercio e Industria denunció este jueves que el paí­s ha caí­do «en un estado de miedo e impotencia», que «es nocivo» porque restringe el desarrollo personal, frena la actividad económica y pone en la sociedad un sentimiento de «desánimo y desesperanza».

«Ante la ausencia de soluciones oficiales palpables, y en respuesta al clamor de nuestros socios, sus empleados y la ciudadaní­a en general, sentimos la urgencia de pedir enérgica y públicamente un basta ya», subrayó la Cámara en un comunicado.

A las crí­ticas se sumó Oscar Bonilla, el ex director del Consejo Nacional de Seguridad Pública en el gobierno anterior, quien señaló que no existe una polí­tica criminal «coherente» y que lo hecho por Funes en prevención «es insuficiente».

En el marco de la andanada de crí­ticas, siete supuestos pandilleros fueron asesinados y otros tres resultaron heridos el martes, cerca de la turí­stica ciudad de Suchitoto, en el noreste del paí­s.

La masacre es investigada por la Policí­a, que sospecha que pudo estar vinculada a drogas, a un ajuste de cuentas entre pandillas rivales o a la actuación de un grupo de exterminio que toma la justicia en sus manos.

Hasta enero, las autoridades decí­an que el plan estratégico quinquenal de la Policí­a, denominado «Seguridad y tranquilidad con participación social», privilegiaba la prevención para combatir la delincuencia y las pandillas.

«No cabe ninguna duda de que tenemos que hacer ajustes (al plan), por supuesto que estoy preocupado por el problema de la delincuencia y justamente por eso convoqué a una reunión de emergencia al gabinete de Seguridad Pública», aseguró el mandatario izquierdista.

Una de las medidas que podrí­a ayudar a contener la violencia, según Funes, es intensificar la presencia policial en las calles, en especial los fines de semana, dí­as en que se disparan los í­ndices de homicidios.

Para sumar más agentes y dotar de mayores recursos a la Policí­a, el mandatario indicó que se requieren 28,5 millones de dólares adicionales.

Comerciantes y ciudadanos comunes enfrentan generalizadas extorsiones en el paí­s, mientras el promedio diario de homicidios, que fue de 12 en 2009, subió a 13 en enero pasado.