Sentimiento «antinorteamericano» se aviva en Pakistán


Una protesta antiestadounidense se efectuó en Pakistán. AFP PHOTO/ BANARAS KHAN

La muerte de tres miembros de las Operaciones Especiales del ejército estadounidense en un atentado en Pakistán puso en evidencia la asistencia militar de Washington a Islamabad, lo que amenaza con reforzar a los talibanes y avivar el sentimiento antinorteamericano.


Estos tres militares, enviados por el Comando Central de Estados Unidos, que bajo la dirección del general David Petraeus supervisa las guerras en Irak y Afganistán, murieron el miércoles en un distrito del noroeste paquistaní­ donde muy pocos sabí­an que habí­a soldados norteamericanos.

Pakistán está en la lí­nea de frente de la guerra estadounidense contra Al -Qaeda. Pero si bien unos 82.000 militares norteamericanos están luchando contra los talibanes en el vecino Afganistán, el despliegue de tropas de combate en territorio paquistaní­ nunca ha sido considerado como una opción realista.

Un coche bomba estalló junto a un vehí­culo del Frontier Corps (FC, Cuerpo Fronterizo) cerca de un colegio para niñas en el Bajo Dir, matando a los tres soldados norteamericanos, a cinco escolares y a un soldado del FC. Docenas de colegialas quedaron atrapadas bajo los escombros y sufrieron heridas.

Responsables dijeron que los comandos norteamericanos eran «entrenadores» que acompañaban al FC a la inauguración de esta escuela, que fue reconstruida con ayuda norteamericana después de ser volada por presuntos militantes islamistas, en enero de 2009.

Pakistán tiene problemas financieros y hace frente a un conflicto muy complicado en su territorio. La inseguridad ha aumentado considerablemente desde los atentados de 2001 en Estados Unidos y la consiguiente invasión norteamericana a Afganistán.

El representante especial de Estados Unidos para la región, Richard Holbrooke, dijo que no habí­a nada secreto respecto a la presencia de entrenadores militares norteamericanos en Pakistán.

Un funcionario de la embajada estadounidense dijo a la AFP que habí­a aproximadamente 200 efectivos militares en Pakistán para suministrar asistencia en materia de seguridad y entrenamiento.

El programa de entrenamiento comenzó a mediados de 2008 y está ayudando a desarrollar la capacidad de las fuerzas paquistaní­es, señaló el responsable de la embajada norteamericana.

Por el momento no está claro el motivo de la asistencia de los soldados estadounidenses a la inauguración de la escuela, pero los entrenadores norteamericanos ayudan en cuestiones civiles y de desarrollo, agregó el responsable.

«No se trata de un programa secreto, de ninguna manera. El FC opera en esas zonas. Ellos nos pidieron entrenamiento y asistencia, y nosotros se los suministramos», explicó.

Este programa también ha suministrado a Pakistán lentes para visión nocturna, radios, equipos de primeros auxilios y chaquetas de protección.

Otro programa de ayuda para la seguridad, que el año pasado tuvo un presupuesto global de 1.500 millones de dólares, suministra helicópteros, camiones y ambulancias, dijo el funcionario de la embajada norteamericana.

Pero millones de paquistaní­es sospechan de Estados Unidos y se oponen a su utilización de aviones sin piloto para atacar a los lí­deres talibanes y de Al Qaida en el territorio paquistaní­.

Analistas dijeron que la revelación de que habí­a fuerzas norteamericanas en operaciones en un distrito tan peligroso colocó al gobierno paquistaní­ en una posición embarazosa sobre una presencia militar estadounidense ampliamente ignorada, y podrí­a envalentonar a los talibanes.