Pekí­n rechaza nuevas sanciones contra Irán


El canciller chino, Yang Jiechi y su par francés, Bernard Kouchner. AFP PHOTO / THOMAS COEX

El canciller chino Yang Jiechi rechazó hoy la propuesta de Estados Unidos y Francia de imponer nuevas sanciones a Irán, alegando que serí­an contraproducentes en las negociaciones que buscan disipar las dudas sobre el carácter civil o militar del programa nuclear de la República Islámica.


«Hablar de sanciones en este momento complicará la situación y será un obstáculo en la búsqueda de una solución diplomática», dijo el ministro chino de Relaciones Exteriores en una intervención en el Instituto Francés de Relaciones Exteriores (IFRI), un organismo independiente con sede en Parí­s.

En el seno del grupo de seis potencias que negocian con Irán, China está aislada y bajo presión para reconocer que Teherán sigue enriqueciendo uranio en abierta violación de las resoluciones Naciones Unidas.

Ese grupo, denominado 5 1, está integrado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (EEUU, Rusia, China, Francia y Gran Bretaña, todos ellos con derecho de veto) junto a Alemania.

Yang ya habí­a estimado el miércoles que era «urgente proseguir las negociaciones», después de que el presidente iraní­ Mahmud Ahmadinejad afirmara que no veí­a «problemas» en entregar la mayor parte de su uranio débilmente enriquecido para transformarlo en el extranjero en el combustible nuclear requerido por una central de investigación cientí­fica en Teherán.

La ví­spera, Francia y Estados Unidos habí­an preconizado un refuerzo de las sanciones contra el régimen islámico.

Yang será recibido este jueves por la tarde por el presidente francés Nicolas Sarkozy.

Ya se habí­a reunido el miércoles con su par francés Bernard Kouchner, quien no consiguió ablandar su oposición a mayores sanciones contra Irán, un paí­s donde China tiene fuertes intereses comerciales y energéticos en juego.

«Las cosas se siguen moviendo y pensamos que es muy importante concentrarnos en el proceso diplomático, a través del diálogo y las consultas», subrayó Yang Jiechi.

Esa posición debe ser reiterada en la Conferencia sobre Seguridad de este fin de semana en Múnich (Alemania), que por primera vez contará con la asistencia de un jefe de la diplomacia china.

La Agencia Internacional de Energí­a Atómica (AIEA) propuso en octubre que Teherán enviara su uranio débilmente enriquecido (a 3,5%) a Francia y Rusia para ser transformado en combustible nuclear (enriquecido a 20%).

Irán aprobó en un inicio esa propuesta negociada entre las potencias, que buscan asegurarse de que el programa iraní­ no tiene finalidades militares. Pero Teherán indicó luego que se inclinaba por un canje gradual, y de preferencia en su propio territorio, de su uranio escasamente enriquecido por el combustible requerido por su central de investigación.

Para China, la posición iraní­ no es definitiva y el «diálogo» debe ser priorizado.

Pero Estados Unidos, Francia, Alemania y Gran Bretaña consideran que las declaraciones espectaculares de las autoridades iraní­es sólo están buscando ganar tiempo.

La propuesta de la AIEA, ante la falta de respuesta oficial por parte de Irán, sigue en principio vigente.

Pero «no hay una respuesta oficial» de Irán, y durante años «no hemos cesado de negociar», recalcó el miércoles Kouchner.

El primer ministro francés, Franí§ois Fillon, afirmó el miércoles por la noche que «llegó el momento de actuar» y que su paí­s pedirá al Consejo de Seguridad de la ONU «la adopción de una nueva resolución» contra Irán, que incluya sanciones «fuertes».

Queda por ver si China usará, en caso de que ello ocurra, su derecho de veto para bloquear la adopción de las sanciones.

Diplomáticos occidentales apuntaron que Pekí­n votó a favor de las tres últimas resoluciones del Consejo que incluí­an sanciones contra Teherán. Y afirman que les cuesta imaginar que China, pese a su creciente poderí­o en la escena internacional, se oponga a los otros cuatro miembros permanentes de esa instancia superior de la ONU.

Si eso ocurriera, Estados Unidos no tendrí­a más alternativa que reforzar sus sanciones nacionales. Francia ya indicó que piensa abogar en el mismo sentido ante sus socios de la Unión Europea.

Un bloqueo chino se inscribirí­a en un marco de tensiones crecientes con Estados Unidos, de tipo comercial, regional y diplomático.

Australia, aliado de las potencias occidentales, anunció el jueves haber bloqueado cargamentos marí­timos con destino a Irán, invocando un Acta sobre las Armas de Destrucción Masiva, y llamó a reforzar las sanciones.

«Si nos fijamos en la amenaza a la paz regional y mundial que significa Irán con su actual programa de armas nucleares, no hay otra alternativa que una acción internacional fuerte, incluso en zonas como ésta», dijo el primer ministro australiano, Kevin Rudd.