La autoestima es la base de cualquier relación amorosa, lo cual se expresa en la Biblia, uno de los libros más antiguos de la historia, que dice que para amar a alguien más es necesidad el amarse primero a uno mismo.
crismodenesi@gmail.com
De ahí podemos observar que es necesario trabajar en el fortalecimiento de nuestra autoestima para poder obtener una adecuada relación amorosa, ya que ésta se constituye como el principio de una historia de amor.
Considerar nuestro pensar y sentir hacia nosotros mismos/as nos abre la oportunidad de querer nuestro bienestar de desear lo mejor para sí y para las personas que nos rodean.
Las historias de amores imposibles, de amores frustrados son de meditarlas, como resultado del rol que nos asignamos ante la vida, en tanto a las dificultades en apropiarnos de una adecuada autoestima.
Si nosotros/as gozamos de una agradable opinión sobre quienes somos y pensamos que merecemos lo bueno que la vida nos da. Con toda seguridad que no tendremos dificultad de elegir con qué persona compartiremos nuestro tiempo, dedicaremos nuestros esfuerzos por cuidarla, acariciarla y amarla propiciando su propia felicidad y obteniendo con ello la nuestra.
Amar dentro de una relación de pareja es cuestión de dos, pero solamente la persona que aprende a amarse a sí misma es capaz de prodigar amor a otra. Esta persona ama porque desea amar, porque es libre ante esta elección y no busca a otro ser solamente por resolver una necesidad personal.
Dentro de la relación de dos aparece el campo de cada quien, con mesura, equilibrio y libertad. Sería algo así como: lo mío es mío, pero nos apetece compartirlo cuando deseamos, entonces el campo se convierte en nuestro.