Ex ministra dice que Blair mintió sobre Irak


La ex secretaria de Desarrollo Internacional, Clare Short. AFP PHOTO / Carl de Souza

Una ex ministra del gobierno de Tony Blair que dimitió en 2003 para protestar por la guerra de Irak rechazó hoy el argumento del entonces Primer Ministro de que el derrocamiento de Saddam Hussein convirtió el mundo en un «lugar más seguro».


Clare Short, ex titular de Desarrollo Internacional, estimó, al contrario, ante la comisión que investiga las circunstancias que llevaron a la participación británica en ese conflicto que la invasión hizo a Irak «más peligroso» y permitió que Al Qaeda se arraigara en la región.

La ex ministra desestimó la afirmación de Blair -repetida la semana pasada en su comparecencia ante esta misma comisión presidida por John Chilcot- de que la necesidad de actuar contra el presidente iraquí­ se incrementó tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

Short, cuyo testimonio fue aplaudido por el público presente en la sala de audiencias, dijo que no existí­a ninguna prueba de que Saddam Hussein tuviera ví­nculos con Al Qaida y que los estadounidenses habí­an sido «inducidos a error» con esa afirmación.

«No hay duda que con esta invasión mal preparada y precipitada no sólo causamos enormes sufrimientos y pérdidas de vidas humanas, sino que también hicimos que la presencia de Al Qaida se extendiera en Oriente Medio», dijo.

Short también desdeñó las afirmaciones del gobierno británico antes de la guerra de que Saddam estaba desarrollando armas de destrucción masiva, argumentando que este «no tení­a los medios» necesarios para representar una amenaza nuclear.

Tony Blair declaró el pasado viernes que sentí­a «responsabilidad pero no arrepentimiento» por haber contribuido al derrocamiento de Saddam Hussein, a quien calificó de «monstruo que amenazaba no sólo la región, sino también al mundo», que hoy es según él un lugar «más seguro».

El ex primer ministro dijo también que su «cálculo de riesgo» sobre Irak y otros paí­ses con posibles ví­nculos con las ADM o con el terrorismo cambió tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 cometidos por Al Qaida en Nueva York y Washington.

«La decisión que tomé –y que francamente tomarí­a otra vez– fue que si hubiera alguna posibilidad de que pudiera desarrollar armas de destrucción masiva (ADM), deberí­amos pararlo», declaró Blair.