El presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, seguirá al frente del banco central estadounidense por cuatro años más, en un segundo mandato que logró ayer el aval del Senado gracias a parte de la oposición republicana que apoyó al elegido de Barack Obama.

Tras varios dí­as en que la incertidumbre rodeó las posibilidades de que la Cámara Alta aprobara la permanencia de Bernanke en el cargo que expira el 31 de enero, los senadores finalmente dieron luz verde al candidato de la Casa Blanca.

«Estoy complacido por el amplio voto de (congresistas de los) dos partidos en el Senado para confirmar a Ben Bernanke para otro periodo como jefe de la Reserva Federal», dijo Obama en un breve comunicado emitido ayer, pocas horas después de conocerse la noticia.

«Con la nación aún enfrentada a las consecuencias de la peor recesión en una generación, Ben Bernanke aportó sabidurí­a y sólido liderazgo en la oscuridad de la crisis financiera y económica», enfatizó el presidente. Además de felicitar al propio funcionario, aseguró esperar «con ansias trabajar con él en los dí­as venideros».

La nueva designación de Bernanke, aprobada por 70 votos contra 30, recibió el respaldo de varios senadores de la oposición: 22 de los 40 congresistas de la bancada republicana se unieron al oficialismo, en tanto once demócratas rechazaron la candidatura anunciada en agosto del año pasado por Obama.

Entre ellos, Russ Feingold, Barbara Boxer y Jeff Merkley reprochan a Bernanke sus estrechos lazos con Wall Street y haber dirigido una polí­tica monetaria que colaboró con la peor crisis económica en Estados Unidos desde la década de 1930.

«Bajo Ben Bernanke, la Reserva Federal permitió actividades financieras escandalosamente irresponsables, que condujeron a la peor crisis financiera desde la crisis de 1929», estimó recientemente Feingold, en un comunicado en el que anunció que no darí­a su voto al actual jefe de la Fed.

El independiente Bernie Sanders, lí­der de la oposición a la candidatura de Bernanke, lo acusó el jueves nuevamente de haberse «dormido en los laureles».

Considerado el senador más a la izquierda de la Cámara, Sanders insistió el jueves en la equivocación que significarí­a reconfirmarlo a Bernanke. El Senado le dirá a «alguien que no supo regular nuestras instituciones financieras: Felicitaciones, fallaste, hay una recesión gigantesca, ¡te volvemos a contratar!», deploró.

El desacuerdo en la bancada oficialista podrí­a justificarse con el hecho de que los demócratas perdieron la semana pasada la mayorí­a calificada en la Cámara Alta y se sienten amenazados con vistas a las elecciones legislativas de medio mandato, en noviembre de este año.

El influyente presidente demócrata de la comisión bancaria del Senado, Chris Dodd, que no se presentará a los comicios de noviembre, defendió la aprobación de un segundo periodo del titular de la Fed. «El año pasado, la presidencia de Ben Bernanke ayudó ampliamente a evitar una catástrofe en este paí­s que podrí­a haber alcanzado proporciones como las de la crisis de 1930», aseguró.

También el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, saludó la decisión: «El Senado hizo lo correcto. Bernanke seguirá jugando un papel vital importante guiando la economí­a del paí­s», estimó en un comunicado.

Si bien se trata en principio de un organismo independiente del Poder Ejecutivo, la magnitud de la crisis financiera y económica llevó a la Fed a trabajar muy estrechamente con el gobierno. Varios legisladores manifestaron recientemente inquietudes debido a la confusión generada por la crisis en ese sentido, pero en cambio muchos otros buscan imponer un mayor control sobre el banco central estadounidense.

La independencia de la Fed será entonces uno de los desafí­os que, junto a la conducción de la salida de la crisis, deberá atender Bernanke cuando asuma la renovación de su cargo, que expira el 31 de enero.