Estados Unidos prepara el proceso de extradición del ex presidente Alfonso Portillo, capturado ayer en Izabal luego que fuera emitida la orden de captura en su contra por el delito de conspiración para el lavado de dinero.
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Los 40 días que el Tribunal Quinto de Sentencia dio de plazo a la fiscalía estadounidense luego de aprobar el proceso de extradición del ex presidente comenzaron a correr desde hoy.
La justicia estadounidense solicitó la aprehensión del ex mandatario por el lavado de dinero de más de 70 millones de dólares, los cuales hizo circular en bancos del sistema estadounidense.
EXTRADICIí“N
El Tribunal Quinto de Sentencia declaró con lugar el proceso de extradición de Portillo: anoche, la jueza Bélgica Deras ordenó prisión contra el ex mandatario y fijó un plazo de 40 días a la parte que lo requiere para que presenten los documentos establecidos en los tratados internacionales suscritos entre Guatemala y Estados Unidos, y así formalizar su extradición.
Personal de ese órgano jurisdiccional informó esta mañana que no habían recibido ningún memorial referente al proceso, tanto de parte de la fiscalía estadounidense como de la defensa del ex mandatario que ayer no accionó en ningún sentido.
En ese marco, Diario La Hora intentó comunicarse con Telésforo Guerra, abogado defensor de Portillo, no obstante el jurista no respondió a las llamadas realizadas desde esta Redacción.
PROCESOS
Portillo enfrenta dos procesos penales actualmente, el primero en el país por el delito de peculado por la suma de Q120 millones desfalcados durante su administración de gobierno en el Ministerio de la Defensa.
El segundo es el iniciado por la justicia de los Estados Unidos, quienes en la extradición detallaron el delito de conspiración para el lavado de dinero de no menos de US $70 millones (unos Q581 millones), con el que se ordenó una nueva captura y con el que fue enviado a prisión.
La segunda acusación detalla que el ex presidente depositó tres cheques por US $500 mil dólares cada uno, girados entre enero de 2000 y agosto de 2002; los cuales eran parte de una donación del Gobierno de Taiwán, transferidos al Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) ubicado en París, Francia,
Los señalamientos también refieren que María Eugenia Padúa y Otilia Portillo Padúa, ex esposa e hija de Portillo, respectivamente, fueron beneficiadas con esos fondos.