La sordoceguera es una de las discapacidades de la que poco o nada se dice, a pesar de que hay un buen número de personas, sobre todo niños, que la padecen. Desde esa óptica, FUNDAL surge como una organización que acompaña a esa niñez que vive en esta condición especial.
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La Fundación Guatemalteca para Niños con Sordoceguera (FUNDAL) empezó a funcionar en 1998 en Guatemala, atendiendo inicialmente a dos niños. Actualmente beneficia a 150 familias en sus dos sedes, una en la ciudad capital, y otra en la cabecera departamental de Quetzaltenango.
Como parte de su labor, ofrece educación y capacitación en niños que padecen de la incapacidad de ver y oír.
La sordoceguera en niños provoca que éstos se relacionen, eminentemente, a través del sentido del tacto, y a través de su piel, especialmente con sus manos, se comuniquen. De esa cuenta, las personas que viven en esta condición aprenden a ser muy cariñosos, porque de esa forma transmiten sus sentimientos.
Por ello, la empresa Spectrum, basándose en su nueva política de responsabilidad social, decidió apoyar a Fundal, haciendo entrega a los niños de esta institución de 200 osos de peluche, los cuales les ayuda a ejercitar la transmisión de sus sentimientos a través de abrazos.
Los 200 osos son una parte de los mil 500 que rifaron a los clientes del centro comercial Miraflores en la pasada Navidad.
Spectrum es un grupo guatemalteco fundado hace catorce años que invierte en negocios de la región centroamericana. El centro comercial Miraflores es uno de esos negocios.
Paola Bruni, gerente de Miraflores, comentó sobre los osos de peluche: «Es una actividad que llevamos realizándola por dos años, el año pasado donamos 200 osos a hospitales que asisten a niños con cáncer; pensamos en realizar una donación a esta fundación».
El objetivo de la actividad fue compartir con los niños de Fundal la alegría que representa un oso de peluche. «No vemos ni oímos, pero sentimos y aprendemos», es el lema de Fundal y el objetivo era poder llevar un sentimiento de alegría a estos niños.