A todos corresponde ayudar en lo que se puede. Quienes vivimos el terremoto de 1976 en Guatemala, nos conmueve más el drama humano que hoy están viviendo los hermanos haitianos, victimas del mortífero sismo que devastó la capital Puerto Príncipe y otras ciudades de ese país del Caribe afroamericano. Las escenas de horror difundidas por los medios masivos, nos recuerda el dolor de otros pueblos y el propio cuando ocurren tragedias humanas de esa magnitud, imposibles de explicar y prevenir.
Por medios internacionales de prensa he podido saber de algunas situaciones preocupantes. Como pasa siempre, uno de los sectores vulnerables más afectados por la tragedia han sido los niños que dependen de los adultos para su seguridad, bienestar y desarrollo y en Haití no son la excepción. Algunos menores de edad huérfanos han sido trasladados hacia otros países, sin ningún control, porque en medio del caos y el dolor, es fácil sacar a los niños.
Para alertar sobre esta situación, tres organizaciones no gubernamentales británicas pidieron una moratoria inmediata de las nuevas adopciones de niños haitianos tras el terremoto. Save the Children, World Vision y la Cruz Roja Británica solicitaron detener las nuevas adopciones hasta que se hayan realizado todos los esfuerzos para la reunificación de cientos de miles de niños con sus familias.
Agregaron que si no se paran las adopciones hay riesgo de que algunas familias se rompan para siempre. «Sacar a niños del país separará permanentemente a miles de niños de sus familias, una separación que agravará el trauma agudo que ya están sufriendo», dijo la directora ejecutiva de Save the Children, Jasmine Whitbread. Su colega de World Visión, Justin Byworth manifestó: «Los niños no deben salir de Haití en este momento, salvo con familiares supervivientes o si las adopciones que ya estaban en curso tienen todos los documentos legales requeridos».
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia UNICEF, estima que 2 millones de niños resultaron afectados por el terremoto, estuvo de acuerdo con la salida de los menores, cuyos procedimientos de adopción concluyeron antes de la tragedia, pero advirtió que «precipitarse podría ser perjudicial».
Algunos países ricos, como España, Estados Unidos, Canadá y Francia, decidieron acelerar los procesos de adopción de niños haitianos ya aprobados. El Canciller de Francia, Bernard Kouchner, alertó sobre las «adopciones precipitadas». El Comité sobre Derechos de los Niños de la ONU, ya denunció el riesgo de secuestro de niños encubierto por una adopción. El Jefe de Misiones humanitarias de la ONU, John Holmes, anunció el envío de una misión a Haití para proteger a los niños, huérfanos o no, del tráfico, el secuestro y el abuso sexual.
Pese a eso, la Secretaria de Estado estadounidense, Hilary Clinton, anunció que 53 niños y niñas, la mayoría de 4 años, ya han sido trasladados a los Estados Unidos. Están ingresados en el hospital infantil de Pittsburgh, Pensilvania, cuyo Gobernador, Ed Rendell, dijo que todos van a ser adoptados.
Mientras tanto, otros 106 niños haitianos huérfanos, han sido trasladados a Europa donde serán adoptados por familias en Holanda y Luxemburgo, informó la Fundación Holandesa de Adopción, según AP.
Los hechos muestran los riesgos para los huérfanos en Haití. Por otra parte, el presidente de Bolivia Evo Morales, anunció que su gobierno pedirá una reunión de emergencia de la ONU para «repudiar y rechazar la ocupación militar de los Estados Unidos en Haití».