Bolivia renova gabinete


Cambios. El presidente de Bolivia, Evo Morales (I) nombró a Celina Torrica como la nueva Ministra de Justicia.

El presidente socialista de Bolivia, Evo Morales, juramentó a un renovado gabinete con siete nuevos ministros, incluyendo al titular de Interior, al comenzar ayer el segundo de sus cinco años de mandato.


Morales removió a casi la mitad del gabinete de 16 miembros con que comenzó a gobernar en enero de 2006, integrado por dirigentes sociales, indí­genas y sindicales, y posesionó a economistas y abogados promovidos desde direcciones y viceministerios.

El presidente dejó en la cuneta a la polémica ministra de Gobierno (Interior), Alicia Muñoz, criticada por un supuesto manejo arbitrario de la Policí­a, y en su lugar sentó a su estrecho colaborador Alfredo Rada, que ejercí­a el viceministerio de Coordinación con los Movimientos Sociales.

El mandatario prescindió de sus colaboradores más polémicos, tales como el ex ministro de Educación, el sociólogo Félix Patzy, quien debió enfrentar una dura polémica el año pasado con la Iglesia al aprobar un programa escolar laico. En su lugar fue nombrado el abogado Ví­ctor Cáceres.

El mandatario izquierdista rescató a un antiguo luchador social, Walter Delgadillo, ex dirigente de la Central Obrera Boliviana, al que encargó el ministerio de Trabajo, en lugar del obrero Alex Galvez.

Morales encargó a la jurista Susana Rivero, oriunda del departamento amazónico de Beni, el crucial ministerio de Desarrollo Rural y Agropecuario, en momentos en que se apresta a liquidar el latifundio en ésa y otras zonas del rico oriente boliviano.

El gobernante, que pidió a su nuevo gabinete «servir al paí­s», encomendó el ministerio de Justicia a la indí­gena quechua Celina Torrico.

El nuevo equipo ministerial no cuenta con personajes de Santa Cruz, la región más rica y poblada del paí­s, donde Morales encara la más dura oposición a su administración.

Uno de sus representantes, Salvador Ric, quien estaba al frente de la cartera de Obras Públicas, renunció la semana pasada al considerar que no habí­a podido servir de puente en el conflicto existente entre la zona andina del paí­s y las regiones llaneras y selváticas.

El ratificado canciller aymara David Choquehuanca, jefe del Gabinete, dijo que la misión de éste es «cambiar Bolivia en lo social y estructural» y «alcanzar algún dí­a un vivir bien para todos los bolivianos en igualdad de condiciones».

El nuevo gabinete encontrará un paí­s con un balance sólido en lo económico pero con una enorme fractura entre un grupo de departamentos liderado por el poderoso Santa Cruz que, contra la opinión del gobierno central, quiere avanzar hacia un régimen autonómico, que le dé mayor independencia polí­tica y económica del gobierno central.