Hamas resiste a presiones


Oposición. El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, de Fatah se ha enfrentado a la agenda polí­tica de la oposición de Hamas.

Un año después de su aplastante triunfo en las elecciones legislativas palestinas, el movimiento islamista Hamas dirige un gobierno empantanado, pero a pesar del boicot occidental y de una crisis polí­tica interna sin precedentes, se mantiene intransigente en sus posiciones.


El 25 de enero de 2006, el Movimiento de Resistencia Islámica (cuyo acrónimo en árabe es Hamas) provocó un verdadero cataclismo polí­tico cuando ganó las legislativas en su primera participación, poniendo fin al monopolio que tení­a el Fatah del presidente Mahmud Abas desde la creación de la Autoridad Palestina, en 1994.

Los jefes del Hamas, perseguidos durante años por Israel, salieron de la clandestinidad y uno de ellos, Ismail Haniyeh, fue encargado de formar el gobierno, que entró en funciones a fines de marzo de 2006.

Frente a la negativa del gobierno islamista de reconocer a Israel y renunciar a la violencia, Estados Unidos y la Unión Europea congelaron sus ayudas financieras directas a la Autoridad Palestina.

El Estado hebreo, que considera al Hamas como un grupo terrorista, suspendió de su lado la transferencia de cientos de millones de dólares recolectados por concepto de impuestos por cuenta de la Autoridad Palestina.

Las sanciones, a las que se agregó un boicot diplomático, dejaron al gobierno en un estado de suspensión de pagos y privaron de salario a sus funcionarios.

No obstante, el gobierno obtuvo decenas de millones de dólares de los paí­ses del Golfo y de Irán.

La degradación de la situación humanitaria y el fracaso de las conversaciones para un gobierno de unión nacional degeneraron en violencias entre palestinos que dejaron decenas de muertos.

Después de que a fines de junio un soldado israelí­ fue hecho prisionero por grupos armados, entre los cuales se encontraba el Hamas, Israel lanzó una gran ofensiva contra la franja de Gaza matando a más de 400 personas y tomando prisioneros a decenas de diputados y funcionarios del Hamas en Cisjordania.

Al no conseguir entenderse con el Hamas, Mahmud Abas decidió a mediados de diciembre convocar a elecciones anticipadas, pero se dio una última oportunidad de diálogo en un encuentro el domingo pasado en Damasco con el jefe del grupo islamista Jaled Mechaal.

Según el Hamas, sus éxitos consisten en «haber enfrentado la feroz ofensiva israelí­, haberse mantenido en el poder sin renunciar a sus principios y haber evitado la guerra civil palestina querida por Israel».

Mahdi Abdelhadi, director de la Sociedad Académica Palestina para el Estudio de los Asuntos Internacionales (PASSIA) de Jerusalén, afirma que el Hamas «se mantuvo en el poder un año entero sin renunciar a sus principios» y rompió el aislamiento volviéndose hacia el mundo árabe-musulmán. «Pero perdió credibilidad a causa de su hipocresí­a polí­tica, jugando con las palabras», agregó.

«Pienso que la solución es la celebración de nuevas elecciones que permitirán la emergencia de nuevos dirigentes capaces de dirigir al pueblo palestino», concluyó.