El presidente del Estado de Israel Moshé Katzav, quien fue inculpado de violación por el fiscal general, está siendo presionado desde diversos sectores del país para que presente su renuncia y se espera que tome una decisión al respecto hoy.
Según un comunicado del fiscal general, Menahem Mazuz, el presidente israelí debe ser inculpado de violación, acoso sexual, obstrucción de la justicia y amenazas contra testigos, en un hecho sin precedentes en la historia del país donde varios dirigentes tienen problemas con la justicia.
Katzav, que sigue asegurando que es inocente, es sospechoso de haber violado a una ex empleada cuando era ministro de Turismo entre 1998 y 1999, y de acoso sexual contra otras empleadas de la presidencia.
Katzav, de 61 años, cuya función es esencialmente protocolar y cuyo mandato termina normalmente en julio, comparó su caso con el de Alfred Dreyfus, capitán judío del ejército francés acusado injustamente de traición.
La prensa y la clase política coincidieron en llamar a Katzav a renunciar.
«Renuncia», titulaba en su portada el principal diario Yediot Aharonot, con una foto del presidente.
«Debe renunciar (…) Como sociedad, tenemos el deber de decir que ya no es nuestro presidente y que su retrato ya no puede estar en las escuelas», afirmó a la radio Yoissi Beilin, jefe del partido de izquierda laico Meretz.
Su formación comenzó a reunir los votos de veinte diputados necesarios para convocar a la comisión parlamentaria de la Cámara para iniciar un proceso de destitución.
Para culminar tal procedimiento, sin precedentes en la historia de Israel, 90 de los 120 diputados de la Knesset deberían aprobarla en sesión plenaria.
«El presidente debe renunciar y punto, y espero que tomará una decisión en este sentido en las próximas horas, o en caso contrario la palabra la tendrá la Knesset», declaró Guidon Saar, presidente del grupo parlamentario del Likud (derecha).
Un punto de vista semejante expresó Mohammed Baraké, jefe de la lista comunista árabe Hadash: «Las funciones de Katzav son simbólicas, pero ya no puede cumplirlas, dado las graves sospechas que pesan en su contra».
El fiscal general espera que Katzav anuncie su incapacidad provisoria para asumir sus funciones, tal como se había comprometido ante la Corte Suprema en el caso de ser efectivamente inculpado.
Si el jefe del Estado opta por esta solución, será la presidenta del Parlamento, Dalia Yitzik, quien lo remplazará de manera provisional.
Varias personalidades ya expresaron su intención de aspirar a la sucesión de Katzav.
Los candidatos más notables son el ex presidente de la Knesset, Reuven Rivlin, un «halcón» del Likud, la diputada laborista Colette Avital y el número dos del gobierno, Shimon Peres, de 84 años.
Ironía de la Historia, hace siete años, Peres, viejo prócer de la vida política y premio Nobel de la paz, fue derrotado precisamente por Katzav, un personaje más bien opaco del Likud.
El presidente de Israel, Moshé Katzav, a punto de ser inculpado de violación por el fiscal general, decidió hoy «retirarse temporalmente de su puesto» mientras dure la investigación, indicaron fuentes parlamentarias.
«El presidente Katzav informó por carta a la comisión de Relaciones Parlamentarias (de la Knesset) sobre su intención de retirarse temporalmente de su puesto», dijo el portavoz del Parlamento, Giora Fordis.
Por el momento no fue posible obtener una confirmación de la presidencia. Katzav dará una conferencia de prensa a las 17:00 horas.