Jaime Bayly, ¿presidenciable?


Jaime Bayly, escritor y conductor peruano. FOTO LA HORA: ARCHIVO

El popular conductor de televisión y escritor Jaime Bayly dijo como una provocación que se lanzarí­a a la Presidencia de Perú en 2011, pero su idea fue retomada por las encuestadoras y polí­ticos y ahora es difí­cil determinar si el asunto va en serio o es parte de una de sus bromas.


Bayly, de 44 años, empezó a figurar este mes en dos sondeos nacionales de intención de voto de cara a las elecciones presidenciales de abril 2011 con porcentajes entre 2 y 3%.

«Son cifras nada despreciables para quien no está en campaña y no es un polí­tico», dijo a la AFP un analista de sondeos, que pidió reserva de su nombre y que recordó que Perú marcó el camino en América Latina para que personajes de la TV salten a la polí­tica, cuando eligió en 1989 alcalde de Lima a Ricardo Belmont.

El propio Bayly es uno de los sorprendidos con los resultados: «Si sigo animado como estoy ahora y los números de las encuestas son alentadores, me inscribiré en diciembre», dijo citado por el portal electrónico del diario limeño El Comercio.

Pero al tiempo dice en una columna suya que el 2% debe corresponder a hombres que se quieren acostar con él.

Así­ que ¿se le cree al entrevistador serio que es Bayly a veces, o al conductor que da pábulo a la chacota, desatando carcajadas con sus bromas sobre su opción sexual en su programa dominical en la TV peruana?

La camaleónica personalidad de Bayly, que se ha declarado bisexual, gay, impotente, agnóstico, aporta una dosis de atracción a sus declaraciones polí­ticas, estima el analista.

Pero más que el sector gay, es más probable que Bayly atraiga a sectores cansados de la clase polí­tica tradicional, en un paí­s que ya catapultó al poder en 1990 a un desconocido: Alberto Fujimori.

Bayly, que alguna vez se consideró como «el David Letterman de América Latina» (por el conductor de TV estadounidense a quien copió en sus inicios), ya prometió indultar por razones humanitarias a Fujimori (71 años) que purga una condena de 25 años desde 2009 por delitos de lesa humanidad y que es popular entre los peruanos pobres.

La postulación de Bayly, que se gana la vida trabajando en la TV entre Bogotá y Lima, desató las furias de los principales aspirantes a reemplazar a Alan Garcí­a en julio de 2011.

El alcalde de Lima, el moderado Luis Castañeda, puntero de los sondeos electorales de 2011 con 22%, dijo que no creí­a que los peruanos pudieran tomar en serio a «un fulano» que los entretiene por televisión.

La lí­der del conservador Partido Popular Cristiano, Lourdes Flores, dijo por su parte: «Me parece muy divertido y la gente busca encauzar su descontento con un personaje como él. Pero no siento que sea una propuesta válida».

En cambio lo defendió el periodista César Hildebrandt en el diario La Primera, señalando: «Â¿Por qué no Bayly? Bayly es decadente e irresponsable. Y ¿no es la decadencia una naturaleza del Perú contemporáneo?».

Bayly ha señalado que «su meta número uno, dos y tres es muy clara: que todos los niños tengan acceso a una educación gratuita de la más alta calidad. No es justo que los niños ricos se puedan educar bien y los pobres se eduquen pésimamente».

Otras medidas que anuncia es no presentar candidatos al Congreso porque no cree en el Parlamento, que «está lleno de bribones e incompetentes», una declaración que calza como anillo al dedo con la percepción mayoritaria de los peruanos.

En polí­tica, Bayly se declara ambidiestro. «Soy de derecha cuando esas ideas funcionan y de izquierda cuando esas propuesta sirven, juego por las dos puntas y pateo con la dos piernas».