Persisten las dudas sobre la muerte del jefe militar de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), Qasem Al Rimi, que Saná aseguró haber matado el viernes en un ataque aéreo en el norte del país, lo que fue desmentido por la rama yemení de la red islamista.
El ministerio del Interior afirmó formalmente que uno de los principales jefes de Al Qaeda en el país pereció, junto con cinco de sus hombres, en un bombardeo del convoy de vehículos en el que se desplazaban en la región desértica de Hab Al Chaaf, en el norte de Yemen, cerca de la frontera con Arabia Saudita.
En cambio, AQPA dijo, en un comunicado publicado en internet el lunes de madrugada, que «ninguno de los muyahidines murió», que «sólo algunos fueron levemente heridos» y que la afirmación gubernamental es un nuevo acto de propaganda.
«Con esas afirmaciones, el gobierno yemení trata de probar una historia falsa, que presenta como un regalo al (presidente norteamericano Barack) Obama, al (primer ministro británico Gordon) Brown y a sus aliados de la conferencia de Londres» prevista el 27 de enero, agregó AQPA.
A menos que Al Qaeda difunda una prueba de vida de Qasem Al Rimi, por ejemplo un vídeo, las dudas serán difíciles de disipar. Dos veces ya las autoridades anunciaron su muerte, desmentida posteriormente.
El ataque del viernes fue llevado a cabo en una región poco poblada, montañosa y árida, que estuvo siempre fuera de control del Estado central y de donde la policía y el ejército están ausentes.
El jeque de una tribu local, contactado por la AFP, aseguró poco después del ataque que hombres armados, que él identificó como miembros de Al Qaeda, habían bloqueado todos los accesos a la zona.
Agregó que esos individuos disparaban contra cualquier vehículo que tratara de acercarse al lugar del ataque y aseguró que no había visto en el sector, que su tribu controla rigurosamente, ningún miembro de las fuerzas armadas.
Es pues probable que, como ocurre a menudo en tales circunstancias, los muertos o los heridos hayan sido recuperados por Al Qaeda.
El ministerio yemení del Interior publicó en internet las fotos de identidad de los cuatro milicianos que afirma haber matado, pero no presentó ninguna prueba de sus muertes, limitándose a dar una lista de nombres.
Interrogado al respecto por la AFP, el general Yayha Saleh, jefe de la unidad antiterrorista yemenita, se limitó a decir: «Mis hombres no están concernidos por este asunto, pero servicios del Estado se encargaron de las verificaciones. Al Rimi está muerto».
El ministro del Interior, Motahar Al Masri, sostuvo que Al Qaeda «sufrió graves pérdidas en Yemen a raíz de los ataques llevados a cabo por las fuerzas de seguridad, coronados recientemente por la muerte de varios de sus peligrosos dirigentes».
«Esos ataques no serán los últimos» y continuarán «mientras la seguridad del país y de sus instituciones sigan siendo blanco de los terroristas», añadió, citado el lunes por la agencia oficial Saba.
Entre tanto, AQPA exhortó a los musulmanes a «declarar la guerra santa contra los infieles y sus acólitos, no sólo en tierra, sino también en el mar y en los aires», señalando que buques de guerra extranjeros se encuentran en el golfo de Adén, en el mar Arábigo y en el mar Rojo y que «aviones espías norteamericanos violan el espacio aéreo de la Península Arábiga».
«Como ellos han declarado una guerra abierta contra los musulmanes, nosotros debemos proclamar una guerra abierta contra los cruzados y los traidores que los ayudan», sostuvo Al Qaeda.