El presidente de Nicaragua Daniel Ortega dijo este lunes que la salud de su amigo cubano Fidel Castro «depende de Dios y de los médicos» y que su retiro temporal del poder no ha alterado la vida en la isla caribeña.
«Lo que puedo decirles es que la salud de Fidel depende de Dios y depende de los médicos, ni siquiera estoy aquí para dar parte medico y allá mismo en Cuba han decidido no estar especulando con las salud de Fidel», dijo Ortega durante su primera conferencia de prensa en la Casa Presidencial, en Managua.
«Lo que (sí) está claro es que él (Castro) tuvo que ser operado de emergencia y que él mismo anunció que su convalecencia sería prolongada. Recordemos que tiene 80 años de edad y que fue una operación realmente seria», señaló Ortega, amigo de Castro desde sus años en la guerrilla, en la década del 70.
El presidente nicaragí¼ense aseguró que estuvo en Cuba «desde el momento que Fidel presentó la crisis» de salud, que las autoridades cubanas hicieron pública el pasado 31 de julio cuando cedió temporalmente el poder a su hermano Raúl, jefe de las fuerzas armadas cubanas.
«La verdad es que Cuba sigue caminando normalmente» hay «tranquilidad, el país marcha y se le tiene mucho cariño y amor a Fidel» en la isla, afirmó Ortega.
«Todos queremos que Fidel aparezca, es lo que les puedo decir», concluyó el gobernante del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, izquierda) que asumió el poder el pasado 10 de enero.
Esta es la primera vez que Ortega habla con la prensa sobre la salud de Castro, quien no ha sido visto en público desde el 26 de julio pasado, un día antes de ser intervenido por una hemorragia intestinal.
La salud de Castro ha sido tratada por las autoridades de la isla como un «secreto de estado», lo que ha dado lugar en el exterior a conjeturas sobre la posibilidad de que líder cubano esté padeciendo una enfermedad terminal.
Fuentes de inteligencia de Estados Unidos señalaron que Castro tiene «los días o meses contados debido a una «enfermedad terminal», y el diario español El País aseguró en dos oportunidades que está «muy grave», citando fuentes del hospital madrileño Gregorio Marañón.
Pero el médico español José Luis García Sabrido, jefe de Cirugía de ese hospital y quien en diciembre examinó a Castro en La Habana, salió al paso de la versión de El País, negó que el líder cubano padezca cáncer o una enfermedad terminal y aseguró que mejora progresivamente.