Varias decenas de miles de personas se reunieron hoy en Estambul bajo estrictas medidas de seguridad para rendir un último homenaje a Hrant Dink, periodista y miembro respetado de la comunidad armenia de Turquía, asesinado el viernes pasado.
Una primer ceremonia tuvo lugar frente a la redacción del semanario Agos en Estambul, que Dink, de 53 años, fundó y dirigió hasta el día de su muerte, constató un corresponsal.
A la llegada del coche mortuorio que trasladaba el ataúd del periodista asesinado en ese mismo lugar, la multitud estalló en aplausos durante cinco minutos, y luego hizo silencio.
Seguidamente se liberaron palomas y los dolientes, que llevaban pequeñas pancartas redondas de color negro y blanco donde se leía «Todos somos Hrant» y «Todos somos armenios», escrito en turco y armenio, lanzaron claveles rojos y amarillos sobre el féretro.
Un músico tocó varias melodías con su duduk, un instrumento de viento tradicional armenio.
«Para un país donde la palabra armenio es un insulto para no poca gente, es un gran paso decir hoy ’Todos somos armenios’», indicó a la AFP Raffi Hermon, un periodista armenio que acudió al funeral.
Varios cientos de policías fueron desplegados para asegurar el orden y dos barricadas fueron levantadas en los alrededores del barrio de Osmanbey, en pleno centro de la parte europea de la primera metrópoli turca.
Francotiradores de la policía y la gendarmería fueron apostados en los techos de los edificios vecinos.
Los permisos de salida para los policías de Estambul fueron suspendidos y llegaron refuerzos de las provincias vecinas para los funerales de Dink.
Su viuda, Rakel, que se dirigió varias veces a la multitud, indicó que para su marido no había «tabúes ni intocables».
«Damos un último adiós a la persona que amé, al patriarca de nuestra familia, a la mitad de mi cuerpo», indicó en un emotivo discurso.
Su presunto asesino, un adolescente de 17 años que sería allegado a un grupúsculo ultranacionalista de Trebisonda (noreste), donde vive, fue detenido y es actualmente interrogado por la policía de Estambul.
La multitud, que seguía aumentando, inició luego una marcha hasta la iglesia del patriarca armenio en Kumkapi para una ceremonia religiosa, tras la cual el cuerpo de Dink será enterrado en la intimidad, en un cementerio armenio de la ciudad.
El cortejo seguirá al féretro durante el trayecto de 8 km, a lo largo del cual fueron desplegados unos 6.000 policías.
El viceministro armenio de Relaciones Exteriores, Arman Kirakossian, representa a Erevan en los funerales. El gobierno turco estará representado por el viceprimer ministro, Mehmet Ali Sahin, y el ministro del Interior, Abdulkadir Aksu.
Dink, que siempre defendió su nacionalidad turca, provocó la ira de los círculos nacionalistas por denunciar el genocidio armenio de 1915-1917 que Turquía niega categóricamente.