Resulta inconcebible que un funcionario de la más alta jerarquía y que debiera ser todo un experto en ciencias de la comunicación social se haya atrevido a expresar a la Prensa que a lo interno del gobierno se había platicado desde el año pasado que al cumplir dos años y por entregar el informe anual del Presidente, el crimen organizado incrementaría el número de muertes de pilotos en busca de desprestigiarlo. Lo primero que me vino a la mente fue ¿acaso el gobierno de Colom tiene algún prestigio? Lo segundo: ¿por qué no hicieron hasta lo imposible para contrarrestar tan terrible pronóstico? Y lo tercero: con ese pobre criterio, ¿cuando se cumplan tres años va a suceder lo mismo?, es decir que si las fuentes informativas de Prensa Libre no se equivocan (edición del 9 de enero de 2010, página 10), en el año 2008 los pilotos muertos ascendieron a 85 y en el 2009 fueron 120 (incremento del 41%), a finales del año en curso los pilotos muertos llegarían a 170, mientras el gobierno seguiría tan tranquilo como hasta ahora lo ha estado, a pesar de incumplir su palabra empeñada de combatir eficazmente a la delincuencia.
Claro, lo más fácil es echarle la culpa a otro de los fracasos propios o encontrar cuanta excusa exista para intentar de justificar lo injustificable. Es una lástima que a la mitad del gobierno de Colom se insista en emplear estas tácticas, cuando está visto y demostrado que no les funciona y que hasta el más duro defensor del mismo ha reconocido que si en algo han fallado rotundamente es en el campo de la seguridad ciudadana. Cualquiera, con un mínimo de preparación sobre el tema de la comunicación social sabe al dedillo que si la intención es defender su causa, gobierno, empresa o entidad lo primero que debe hacer es sustentar sus criterios de manera tal que sean creíbles y aceptables por la mayoría, de lo contrario, se expone a ser el hazmerreír de la comunidad. Sigo creyendo que un gobierno ineficaz se desestabiliza solo, empezando porque la gente deja de creer en él. Todo comportamiento, obra o proyecto es objeto de crítica o rechazo, incluso antes que se ponga en vigencia. Esto no es nada extraordinario, al contrario, es algo lógico y natural. No solo se aprecia individualmente, sino con un grupo, asociación o cualquier otra entidad. Ser eficaz significa tener la virtud o la facultad para lograr un efecto determinado o es la acción con que se logra este efecto. Un gobierno, si quiere presumir de eficacia, debe ser activo, fervoroso en su actuar y tener la virtud de producir el efecto deseado. De ahí que insista en decir que al gobierno de Colom no se le van a ver buenos resultados, sino hasta que deje de hacer lo mismo de siempre.