El director de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA), Leon Panetta, defendió a la institución de las críticas tras el atentado suicida en Afganistán en el que siete agentes de la CIA fueron asesinados, en declaraciones publicadas este sábado.
«Como agencia, hemos encontrado consuelo en la fuerza y el heroísmo de nuestros compañeros caídos y sus familias», escribió Panetta en un artículo de opinión en el diario The Washington Post. «No hemos encontrado consuelo, sin embargo, en los comentarios públicos que sugieren que quienes dieron sus vidas de alguna manera se lo buscaron por «malas técnicas y procedimientos de espionaje»».
Dijo que esa crítica era como sugerir que los marines estadounidenses que mueren en un tiroteo se lo buscaron por tener mala formación para la lucha.
«Este no fue un tema de confiar en un individuo potencialmente valioso para los servicios de inteligencia, incluso en uno que había proporcionado información que pudimos verificar de forma independiente», señaló Panetta.
«Nunca es tan sencillo, y nadie ignora los peligros. El individuo estaba a punto de ser buscado por nuestros agentes de seguridad -que distan mucho de otros funcionarios de inteligencia- cuando hizo estallar sus explosivos».
Un médico jordano Humam al Balawi, doble agente de la CIA y de los servicios de información de Jordania y, según trascendidos de prensa, colaborador en secreto para Al Qaeda, se inmoló el 30 de diciembre en una base militar estadounidense en Jost, en Afganistán, cer-ca de la frontera con Pakistán, el ataque más sangriento contra la CIA desde 1983.
La red Al Qaida elogió el atentado suicida que mató a siete agentes de la CIA en Afganistán como «venganza» a los combatientes talibanes que murieron por misiles disparados por aviones sin piloto estadounidenses en Pakistán.