El cotizado rostro de Eva Mendes


Eva Mendes (Miami, 1974) se dio a conocer gracias a un pequeño papel en Training day (2001), interpretando a la novia del personaje de Denzel Washington, un policí­a que lleva la corrupción a nuevas cotas. Desde entonces su rostro se ha convertido en uno de los mejores escaparates del Hollywood latino, probablemente el más relevante de la industria junto al de Penélope Cruz. «Penélope es una inspiración para mí­. Aún recuerdo cuando llegó, las dificultades que tení­a con el idioma y cómo se empeñó en trabajar duro para superarlas. Mira su carrera ahora. No es sólo mi amiga, sino que es alguien que me inspira».


El Pipita Higuain serí­a el jugador que quiere Wegner a cambio de Fábregas, pedido directamente al Real Madrid.La continuidad de Gaurdiola en el Barcelona depende de la llegada del español, Cesc Fábregas al club que lo vio nacer futbolí­sticamente, el Barcelona.

La actriz y modelo luce durante la entrevista en Venecia un ajustado vestido beis, inmensas gafas de sol y sonrisa marca de la casa. Ya de entrada advierte, entre risas, que le encantan «los cumplidos». Cuando se le sugiere que últimamente se la nota más atrevida con los papeles que escoge, la estadounidense de origen cubano recupera la seriedad: «No sé qué contestar a eso. He estado estudiando actuación desde hace 11 años, sigo haciéndolo cada vez que estoy en Los íngeles y también en muchos rodajes. Quizás ahora todo ese trabajo esté empezando a dar sus frutos. Lo cierto es que soy muy dura conmigo misma y al mismo tiempo estoy muy agradecida con lo que estoy viviendo. ¿Sabes? Cuando iba a la escuela solí­a estar en el equipo de atletismo. Acostumbraba a llegar primera o segunda, pero aun así­ tení­a la maní­a de girar la cabeza en los metros finales para ver quién vení­a detrás de mí­. Hasta que un dí­a mi entrenador me dijo que haciendo eso estaba perdiendo tiempo. Quizás fueran sólo unas décimas, pero esas décimas podí­an ser todo lo que necesitara para ganar la carrera. No recuerdo el nombre de ese entrenador ni considero que tuviéramos una relación especial, pero lo que si sé es que sigo recordando ese consejo porque es probablemente uno de los mejores que nunca me han dado: no te preocupes por lo que viene detrás de ti, concéntrate en mirar hacia delante».

A la actriz se le iluminan los ojos cuando se menciona el nombre de su último mentor y el motivo por el cual se encuentra en Venecia: la presentación del filme que mejores crí­ticas le han reportado hasta la fecha, Teniente corrupto. «Werner Herzog es único, literalmente no hay nadie más como él trabajando en esta industria. Si te gusta un poco el cine y piensas en pelí­culas como Fitzcarraldo. Sólo por el hecho de que pudiera hacerla… ¡que lograra acabarla! Es increí­ble. ¿Que si es como me lo imaginaba? Bueno, estuve todo el rodaje esperando que hiciera alguna locura, ya sabes, como comerse sus zapatos o algo por el estilo [risas]. Sin embargo, cada dí­a trabajábamos hasta mediodí­a y después cada uno a su casa. ¿Puedes creerlo? Eso no me habí­a pasado nunca. ¡Nunca!».

Parece obligado preguntarle a Mendes por el lado oscuro de su personaje en la pelí­cula, la prostituta Frankie Donnenfeld. «Si vas a preguntarme si me llevo algo a casa conmigo, la respuesta es no. Es decir, mientras estoy con una pelí­cula no salgo por ahí­, me quedo en mi habitación y controlo mucho lo que veo y lo que escucho, pero cuando he hecho el trabajo, pues eso, he hecho el trabajo. Inmediatamente paso a lo siguiente. Siempre he funcionado así­».

Teniente corrupto se ha rodado en Nueva Orleans y este hecho no ha dejado indiferente a la actriz: «La ciudad está rota y te rompe el corazón estar allí­. Lo puedes sentir simplemente dando un paseo. Lo bueno es que llevamos hasta allí­ algo de negocio y dimos trabajo a mucha gente. Es verdad que hay algunas organizaciones allí­ ayudando a reconstruir la ciudad, pero creo que hace falta mucho más esfuerzo. ¿Que si afectó a mi personaje? Por supuesto, lo cierto es que me sentí­ muy sola rodando allí­. Muy sola».

A la actriz no le apasiona discutir sobre el papel de la mujer latina en la gran industria estadounidense, pero aun así­ no duda en entrar al trapo para explicar su postura. «Supongamos que quiero un papel para el que están valorando a Drew Barrymore o Cameron Dí­az. Llamo a mi agencia y digo que estoy interesada en el papel. La respuesta que suelo recibir es «nos encanta Eva, es magní­fica, pero no queremos ponernos demasiado étnicos con el personaje». Es decir, que para ellos más que americana soy étnica… En realidad lo único que esto quiere decir es que tengo que trabajar un poco más duro que los demás. Es un reto, simplemente un reto».

¿Y qué latinos le gustan a la actriz? «Pedro, por supuesto. Me encantarí­a trabajar con Pedro Almodóvar. También con Guillermo del Toro, Alejandro Iñárritu, Alfonso Cuarón y con… ¿cómo se llama el que hizo Los otros? ¿Amenábar? Sí­, con Amenábar también». El titular, obviamente, está servido: «Â¿Que si me gustarí­a ser una chica Almodóvar? ¡Me encantarí­a!».