Unas horas bastaron para que Enio Adán Herrera, de 48 años, fuera asesinado luego que interpuso una denuncia en la subestación de la Comisaría 15 de la Policía Nacional Civil (PNC), en Villa Hermosa, quien se salvó de morir el pasado martes, cuando fue atacado por individuos que robaron en su estética y mataron a otra persona.
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Según consta en el acta de denuncia P1542 2010 41, fechada el 6 de enero de 2010, a las 08:25 horas, Herrera denunció a su agresor, que vive en Villa Hermosa I y quien junto a otros dos hombres desconocidos, ingresaron a la vivienda que funcionaba como salón estético, en la 20 calle 24-35 zona 7 de San Miguel Petapa.
El informe policial destaca que el fallecido reconoció a uno de los victimarios, quien junto a los otros dos le robó Q1 mil y otras pertenencias.
Horas más tarde, el denunciante fue asesinado por los agresores, quienes a su vez, hirieron a Manuel Felipe Mendizábal, de 74 años, padrastro de la víctima, que lo acompañó a realizar la denuncia.
Por su parte, los policías de esa subestación argumentaron que cumplieron con enviar la denuncia al Ministerio Público (MP), que es el encargado de realizar las próximas diligencias.
Estado irresponsable
Analistas en seguridad afirman que el Estado es irresponsable al permitir que estos hechos de violencia se susciten, pues éste debería garantizar las medidas de protección para salvaguardar la vida de todos los ciudadanos.
A criterio de Hellen Mack, de la Fundación Myrna Mack, el estado de indefensión en el que viven los guatemaltecos es condenable, pues se supone que deberían ser protegidos, sin embargo, esto no es así.
Carmen Rosa de León, del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (IEPADES), dice que es necesario que el programa de protección a testigos del MP, funcione para todos los casos y circunstancias, para evitar hechos violentos como el acontecido.