Las autoridades colombianas continuaban hoy las operaciones para encontrar a los autores del atentado dinamitero que ayer dejó dos policías y cuatro civiles muertos, así como 16 heridos, en el puerto de Buenaventura (suroeste).
El general Orlando Páez, comandante de la policía en el departamento de Valle, en donde se ubica Buenaventura, atribuyó el atentado, dirigido contra una patrulla de la institución, a la guerrilla de las FARC.
Según el oficial, la acción se produjo «en retaliación por las operaciones de la fuerza pública para contrarrestar las acciones del narcotráfico en la región».
«Las operaciones policiales están destinadas a cerrarle el paso al narcotráfico en el puerto, toda vez que desde este lugar las FARC están dedicadas a esa actividad», dijo Paéz.
El oficial agregó que en el Buenaventura «hay una lucha por el control territorial entre las milicias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y otros grupos de delincuentes al servicio de narcotraficantes».
«Ninguno quiere perder el control territorial y nosotros los estamos confrontando y capturando, y por ello somos (la Policía) incómodos para el negocio», anotó.
Por su parte, el gobernador de Valle, Angelino Garzón, ofreció una recompensa de 50 millones de pesos (unos 23 mil dólares) por información para dar con la captura de los autores del atentado.
Según las autoridades, la explosión dejó dos policías y cuatro civiles muertos, entre ellos un menor de 14 años. Entre los heridos cinco se encuentran en delicado estado de salud.
El alcalde del puerto, Saulo Quiñones, reconoció que la situación en esa zona es muy difícil. En 2006 se presentaron en Buenaventura 450 homicidios, mientras que en lo corrido del año esa cifra ya llega a 25.