Del Potro emuló a Vilas


Foto La Hora: AFP Archivo

El argentino Juan Martí­n del Potro logró su mejor año como tenista profesional al ganar el US Open, a costa del número uno del mundo el suizo Roger Federer.» title=»Foto La Hora: AFP Archivo

El argentino Juan Martí­n del Potro logró su mejor año como tenista profesional al ganar el US Open, a costa del número uno del mundo el suizo Roger Federer.» style=»float: left;» width=»250″ height=»294″ /></p>
<p>Juan Martí­n Del Potro, imitó a su compatriota Vilas y entro en la historia al ganar el US Open de este año.</p>
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El tenista argentino Juan Martí­n del Potro emuló en 2009 a su legendario y maestro del tenis Guillermo Vilas al ganar el US Open con una memorable victoria sobre el suizo Roger Federer y consolidar una carrera en ascenso sin pausa.

Del Potro, de 21 años y ubicado en el quinto puesto del ranking mundial, se convirtió en el cuarto jugador argentino vencedor en pruebas de Gran Slam, tras los pasos de otros históricos como Vilas, Gabriela Sabatini, y más cerca en el tiempo, Gastón Gaudio.

Considerado uno de los jugadores con mayor proyección del circuito para luchar por el número 1 del mundo, Del Potro asombró con una actuación ascendente sobre el cemento neoyorquino, hasta derrotar a Federer, reconocido como uno de los mejores tenistas de la historia.

El 14 de septiembre, ante más de 22.000 espectadores, el espigado tenista consiguió el éxito más rutilante de su corta carrera al imponerse a Federer por 3-6, 7-6 (7/5), 4-6, 7-6 (7/4), 6-2, en una batalla de cuatro horas y seis minutos.

«Estoy más que feliz. Cumplí­ el sueño de mi vida: ganar este torneo y ni más ni menos que ante Federer. Pero me falta cristalizar otro sueño: parecerme a él. Ser número uno es otro sueño y creo que voy por el camino correcto para conseguirlo», dijo tras quebrar la hegemoní­a del suizo, pentacampeón en Nueva York.

Previamente, en la semifinal, habí­a conseguido otra victoria rotunda a expensas del número 2 del ranking, el español Rafael Nadal, al que superó sin miramientos por un triple 6-2.Nacido en Tandil (330 km al sur de Buenos Aires), una verdadera fábrica de tenistas de la que surgieron otros jugadores como Mariano Zabaleta, Juan Mónaco y Guillermo Pérez Roldán, Del Potro encarna para muchos el prototipo de tenista moderno.

Alto (1,98 m) y de buenos desplazamientos, Delpo, tal como se lo conoce, se destaca por su potencia para dominar el juego desde el fondo, con un saque mejorado y una derecha que puede causar estragos, además de una mentalidad fuerte que le ha permitido llegar muy lejos a temprana edad.

Entrenado desde hace casi dos años por Franco Davin, el hombre que también llevó a Gaudio a la conquista de Roland Garros (2004), Del Potro asegura haber cumplido uno de los sueños de su vida al levantar el trofeo principal del abierto estadounidense.

En sus comienzos como profesional Del Potro debió superar diversas lesiones, hasta que explotó al ganar cuatro torneos consecutivos entre julio y agosto de 2008, y a partir de entonces dio el salto definitivo hacia la elite de los mejores, más allá de la decepción que significó perder la final de la Copa Davis ante España (1-3).

En 2009, con la misión de revalidar todo lo bueno que habí­a hecho un año antes, alcanzó los cuartos de final en Australia y la semifinal en Roland Garros, con sendas caí­das ante Federer, pero en Nueva York se dio el gusto de cobrarse el desquite más dulce.

«El primer tí­tulo grande es un poco inesperado si eres joven. Es bonito. Juan Martí­n se lo merece: me recuerda cuando gané mi primer Wimbledon. Lo tengo que felicitar por un torneo increí­ble», elogió Federer a su vencedor en Flushing Meadows.

«Si a esta edad ganó esto, se puede esperar más. Del Potro estuvo increí­ble y ahora todo el mundo va a posar sus ojos en él. Demostró ser un campeonazo», lo elogió Vilas, el mejor tenista argentino de la historia, y que también habí­a ganado el Abierto de los Estados Unidos, en Forest Hills, en 1977.

Hasta el momento, acumula siete trofeos en el circuito de la ATP, y después de imponerse en la Gran Manzana se dio el gusto de participar por segundo año consecutivo en el tradicional Masters que reúne a los ocho mejores jugadores del año, en Londres, donde llegó hasta la final, otra vez con una victoria sobre Federer.