El régimen iraní­ responde con manifestaciones multitudinarias


Simpatizantes del régimen iraní­ realizaron una manifestación en las calles de Teherán en contra de las acusaciones de la oposición. El Gobierno habí­a prohibido las manifestaciones desde las pasadas elecciones, pero ésta sí­ fue permitida. FOTO LA HORA: AFP ATTA KENARE

El régimen iraní­ responde a las manifestaciones antigubernamentales con concentraciones masivas hoy en todo el paí­s, al tiempo que acentúa la presión sobre los opositores, a los que acusa de ser «lacayos del enemigo».


Una mujer participante en la manifestación. FOTO LA HORA: AFP ATTA KENARE

Por la mañana una serie de manifestaciones congregaron a una multitud que denunciaba a los «hipócritas rebeldes» y reclamaba en algunos casos su «ahorcamiento», según las imágenes mostradas por la televisión iraní­.

Se organizaron centenares de manifestaciones a instancias de las autoridades, pero también de las administraciones, de cuerpos oficiales como los Guardianes de la Revolución, de las escuelas religiosas, de asociaciones locales o de algunos mercados, como el de Qom (sur de Teherán), que cerraron.

Según la oposición, grandes empresas animaron a sus empleados a participar en las concentraciones, y algunas incluso pusieron a su disposición autocares para transportarlos al lugar.

En Teherán, escenario el domingo de violentos enfrentamientos entre miles de manifestantes de oposición y las fuerzas del orden, estaban previstas por la tarde seis comitivas para «desmontar el complot y desbaratar los planes funestos de los enemigos», según un comunicado del gobierno.

Los manifestantes de oposición «se han convertido en lacayos del enemigo con la voluntad de derrotar al régimen islámico», y «el pueblo inteligente del Irán islámico (…) va otra vez a poner (a ellos) en (su) sitio» movilizándose masivamente, añadió el Gobierno.

Anoche el presidente Mahmud Ahmadinejad, cuya reelección en junio es el motivo de las protestas de la oposición, afirmó que las manifestaciones del domingo respondí­an a un «guión dirigido por los sionistas y los estadounidenses».

«El pueblo iraní­, añadió, al movilizarse en las calles, va a humillar otra vez» a los dirigentes occidentales que criticaron una represión que dejó al menos ocho muertos y centenares de heridos, además de cientos de detenidos.

La Alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, dijo estar «conmocionada» por «los muertos, los heridos y las detenciones», e instó al gobierno iraní­ a dejar «la violencia excesiva de las fuerzas de seguridad».

El jefe de la policí­a de Teherán precisó el miércoles que todaví­a siguen detenidos en la capital unos 300 manifestantes y anunció «más firmeza» y un proceso judicial «acelerado» contra los manifestantes.

En cambio, el poder parece todaví­a dividido sobre el destino reservado a los dirigentes de la oposición.

«El juicio público de los jefes de la rebelión es una demanda general de la población», afirmó el miércoles la agencia oficial Irna, que destacó numerosos llamados del ala dura del régimen, entre ellos los Guardianes de la Revolución, a detener y juzgar a los principales responsables de la oposición.

Según la televisión iraní­, durante las concentraciones oficiales del miércoles se van a recoger un millón de firmas para que sean condenados.

Sin embargo, varios responsables conservadores siguen diferenciando entre opositores polí­ticos y «agitadores», y piden que vuelva la «unidad polí­tica» en el seno del régimen.

«Creo que las discrepancias actuales tienen una solución pací­fica, ¿por qué no pensamos en ello?», pidió el gran ayatolá conservador Nasser Makarem Shirazi, citado por el periódico reformista Aftab.

Los dirigentes iraní­es «deben dejar abiertas las puertas a la negociación y preservar la grandeza del islam creando las condiciones de la unidad», expresó por su parte el ayatolá conservador Jafar Sobhani en el mismo periódico.