Las pruebas de ADN confirmaron la muerte en Filipinas del líder de la organización islamista Abu Sayaf, acusada de estar vinculada a la red Al Qaida, un deceso calificado de victoria en la «guerra contra el terrorismo» por las autoridades filipinas y norteamericanas.
La policía federal estadounidense (FBI) certificó que un cadáver encontrado en diciembre en la isla de Jolo (sur de Filipinas) corresponde al líder islamista Jadaffy Janjalani, indicó el sábado el general filipino Hermogenes Esperon.
El ejército filipino afirmaba haber matado a Janjalani, aunque sin pruebas independientes, durante un ataque militar en septiembre en la isla de Jolo, bastión de Abu Sayaf. Para la operación, se movilizaron a 5.000 soldados.
El cuerpo descompuesto fue encontrado en diciembre en una sepultura de poca profundidad en las afueras de la ciudad de Patikul, en la isla de Jolo.
La muerte de Janjalani supone un «progreso mayor en el combate contra el terrorismo en Filipinas y en la guerra internacional contra el terrorismo», subrayó la embajada estadounidense en un comunicado.
El portavoz de la presidencia filipina, Ignacio Bunye, también saludó la eliminación del líder islamista. «El intercambio eficaz de información y la cooperación» permitió matarle, dijo, en una aparente alusión a la ayuda proporcionada por los servicios de información estadounidenses.
La confirmación de la muerte de Janjalani se produce pocos días después de que el ejército filipino reivindicara la eliminación de otro importante líder del grupo, Abu Solaiman. Por el momento no hay pruebas independientes de su deceso.
Estados Unidos había ofrecido cinco millones de dólares a quien ayudara en la captura de Solaiman, que habría muerto en enfrentamientos en la isla de Jolo. La misma recompensa había sido ofrecida en el caso de Janjalani.
Abu Sayaf está considerada como una organización sin grandes medios, pero reivindicó el atentado más mortífero de la historia de Filipinas: el incendio criminal en un ferry cerca de Manila en febrero de 2004 que causó la muerte de 116 personas. Solaiman está acusado de haber sido el cerebro de este atentado.
El grupo se especializó en el secuestro de extranjeros y cristianos. Las autoridades le acusan de vínculos con Al Qaida y con la organización islamista regional Jamaah Islamiyah (JI).
La JI, a la que se atribuye el atentado en 2002 en la isla indonesia de Bali con un balance de 202 muertos, figura en la lista estadounidense de organizaciones terroristas, como Abu Sayaf.