Trasplantes en cadena de tres hí­gados


Tres trasplantes de hí­gado realizados en forma consecutiva en 24 horas salvaron la vida de dos mujeres en un hospital privado de Argentina, en un procedimiento calificado de inédito por los médicos, reveló este miércoles una fuente del nosocomio.


Una mujer de 42 años con riesgo de muerte fulminante por una hepatitis recibió de forma temporaria un hí­gado enfermo de una paciente de 59 años, con cáncer, a quién se le trasplantó, a su vez, parte del hí­gado de su hijo.

Doce horas después, la mujer de 42 años volvió a ser operada, cuando pudo encontrarse un órgano sano de un donante fallecido.

Las cirugí­as fueron realizadas a finales de octubre y ambas mujeres se encuentran en buen estado de salud, afirmó Gustavo Podestá, director de la Unidad de Trasplante Multivisceral del Hospital Universitario Austral, donde se realizaron las cirugí­as.

«Lo inédito de este hecho fue que se tomó un hí­gado, se le sacó la enfermedad y se lo puso a otra paciente con cardiopatí­a fulminante, y que el procedimiento se realizó en 24 horas con cirugí­as muy complejas, muy riesgosas, y los tres participantes (las dos mujeres y el hijo donante) están muy bien», dijo Podestá.

El profesional afirmó que «no hay ningún antecedente en la literatura médica mundial».

Cuando los médicos no encontraban un hí­gado compatible para la paciente Alicia Torres, de 42 años, optaron por implantarle el órgano al que previamente le habí­an sido extirpadas dos lesiones cancerí­genas.

Ese hí­gado pertenecí­a a Silvia Zapata, de 59 años, quien a su vez recibió el 40% del hí­gado de un hijo de 29 años.

El especialista indicó además que el hí­gado que mantuvo el hijo donante estará regenerado casi por completo en un perí­odo de dos meses.

«El hí­gado de Silvia (Zapata) tení­a una enfermedad por la que formaba cáncer, pero era el único circunstancialmente disponible y no podí­amos desperdiciarlo porque (Torres) era una paciente crí­tica que tení­a apenas horas de vida», señaló el profesional.

Podestá calificó como «heroica y correcta» la decisión de transplantar ese hí­gado «puente», que recibió el aval previo de un comité de ética médica.

«Yo estuve una semana inconsciente, me enteré de todo lo que habí­a pasado cuando desperté de la anestesia del segundo trasplante», contó a la prensa Torres, quién fue dada de alta el pasado 18 de noviembre, aunque aún se somete a controles médicos periódicos.

En tanto, Zapata consideró un milagro que su hí­gado enfermo haya podido ayudar a salvar una vida.

«Nunca me hubiese imaginado que mi pobre hí­gado iba a salvar una vida, al menos por unas horas», dijo la mujer.