Campesinos indígenas criticaron la falta de un programa sostenible para la producción alimentaria en el país; además, señalaron que el programa de la Bolsa Solidaria impulsada por el Gobierno no logrará paliar la hambruna que aún prevalece.
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Las áreas del «Corredor Seco» y de otros sectores del interior del país que se utilizan para la siembra, son la base de la alimentación, de acuerdo con los campesinos que solicitaron apoyo para mantener las cosechas, porque los programas sociales no son una alternativa para su mantenimiento.
«La Bolsa Solidaria lo que provoca es la dependencia de las familias a esperar que siempre les lleve alguien desde afuera» criticó José Pilar ílvarez, de la Iglesia Luterana Guatemalteca (Ilugua), quien además señala que este programa entorpece los procesos de producción porque no incentiva a que la familia pueda participar en el trabajo.
Las organizaciones campesinas argumentaron que han desarrollado una metodología de campesino a campesino para la promoción de la agricultura sostenible que permite impulsarlos a desarrollar su capacidad de análisis, interpretación de la realidad y a ser diseñadores de su campo de producción.
Un promedio de 12 mil familias son representadas por las 12 organizaciones que conforman el programa de Intercambio, Diálogo, Asesoría en Agricultura Sostenible y Soberanía Alimentaria (PIDAASSA), que comentaron que no hay sostenibilidad en el país y la actual política del Gobierno no la garantiza.
«No están esperando que nadie les lleve bolsitas alimentarias, sino queremos simplemente políticas que favorezcan el fortalecimiento de su dinámica productiva» defendió ílvarez mientras presentaba los programas que sirven como una herramienta de trabajo familiar.
Edgar Rosales, vocero de Cohesión Social, señaló que la Bolsa Solidaria Rural tiene un objetivo temporal para ayudar a las personas más afectadas y que va de la mano con otros mecanismos para recuperar la productividad de la población.
«Hay otros programas que ayudan a recuperar la productividad y a enfrentar de manera más permanente los problemas», concluyo Rosales, quien señaló que los indígenas reciben otro tipo de ayuda como bombas de fumigación y fertilizantes.