José Cecilio, el sabio


José Luis López Garcí­a, A-1 301386

Para entender algunas de las causas negativas de nuestra aldeana polí­tica actual, es preciso escudriñar un poco los acontecimientos polí­ticos del pasado. Es preciso estudiar las actuaciones de aquellos que tuvieron cierta participación en las decisiones polí­ticas en nuestro paí­s, grandes acontecimientos ocurrieron después de nuestra supuesta independencia de 1821, y en el escenario polí­tico, hubo personajes que se quedaron marcados en la historia, unas veces como héroes y otras como villanos, según con el cristal como fueron medidos.

José Cecilio del Valle, nació en Honduras, pero su corazón fue para Guatemala. Alguna vez dijo: «Guatemala es mi patria, en Guatemala he sido formado, a Guatemala le debo honores de toda especie». A este hombre se le recuerda más por sus errores, que por su actuación polí­tica. Históricamente se le conoce como el «Sabio Valle», y se le reprocha haber redactado el acta de la Independencia de 1821 y de no haberla firmado. También se le acusa de haber sido uno de los que apoyaron la humillante anexión de Guatemala a México en 1822 y de ser un importante funcionario bajo las órdenes del gobierno de Iturbide en México, después de haber estado preso por seis meses en ese gobierno, demostrando cierta debilidad y poco carácter. Pero el Sabio Valle, también fue ví­ctima del primer fraude electoral que ocurrió en este paí­s. Este hombre hubiera sido el primer Presidente Constitucional de Centroamérica, pero por cierta marrullerí­a planificada entre los bandos liberales y conservadores de aquella remota época, dicha presidencia se la dieron al liberal Manuel José Arce. José Cecilio del Valle, habí­a participado en esa elección, representado al bando conservador.

En las páginas del periódico «El Amigo de la Patria», dirigido por el Sabio Valle, se propugnó por el desarrollo económico, la libertad de comercio y el progreso polí­tico de las naciones americanas. Pero también Valle fijó su pensamiento en principios de cultivar la tierra, la renovación de obstáculos para la agricultura, la repartición de tierras, tanto para indios y ladinos, y la construcción de comunicaciones entre los puertos y lugares de las cosechas. El pensamiento de Valle, hombre de convicciones conservadoras, nos parece muy adelantado para aquellos tiempos de oscurantismo.