El último adiós para el ex presidente Kjell Laugerud estuvo enmarcado por la ausencia de funcionarios públicos que acompañaron a los deudos.
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A las ocho de la mañana fue celebrada una misa de cuerpo presente para dar el último adiós al ex gobernante fallecido el jueves último, sin embargo, a la celebración de la Eucaristía no se hizo presente ninguno de los funcionarios de Gobierno.
A esto se suma que al cierre de esta edición aún no se haya decretado un duelo nacional por la muerte de este personaje, así como el hecho de que los honores póstumos se realizaran en la antigua Escuela Politécnica y no en el Palacio Nacional de la Cultura.
Según la versión del Ejecutivo, se tomó la decisión de realizarlo así, pues Laugerud fue un militar consumado y el homenaje debía hacerse con protocolo del Ejército.
El cuerpo del ex mandatario será trasladado a un crematorio privado. Queda de él la famosa frase que pronunció luego del terremoto del 4 de febrero de 1976: «Guatemala está herida, pero no de muerte».