Por lo menos 2 mil 300 millones de quetzales del presupuesto asignado para este año quedarán sin ser ejecutados, provocando una incertidumbre sobre a dónde irán a dar y para qué serán utilizados, afirman representantes del Observatorio del Gasto Social.
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Jorge Santos, representante de dicha organización, explicó que tomando en cuenta el pago de nóminas, lo que es el centro de atención en las diferentes dependencias del Estado por ser fin de año, quedarán del presupuesto asignado de 2 mil 300 a 2 mil 800 millones de quetzales de saldo disponible.
La controversia que surge, de acuerdo con Santos, es que puede ser posible que este dinero sea destinado a pagar deuda en el Ministerio de Comunicaciones, algo que no es una prioridad y que tiene un peso de deuda flotante que nunca ha podido ser cuantificada y continúa en reproducción.
Otro temor que tienen es que este presupuesto se ha destinado a beneficiar los programas «estrellas» del Gobierno, siendo estos los de Cohesión Social y en especial el programa de Mi Familia Progresa, a donde creen que será destinado este dinero por la prioridad que el Estado le ha dado a dichos programas.
Zully Morales, representante del Observatorio, expresó que los programas asistencialistas que se ejecutan por medio de Cohesión Social «son buenos, siempre y cuando vayan acompañados de políticas públicas integrales y de programas para dar soluciones más profundas».
Ambos entrevistados sugieren al Gobierno central destinar estos fondos al fortalecimiento de los ministerios que prestan los servicios básicos, como salud, educación, vivienda y seguridad.