Para mañana, la Fiscalí­a de Derechos Humanos del Ministerio Público, apoyada por la Fundación de Antropologí­a Forense de Guatemala y varias organizaciones que trabajan por el esclarecimiento histórico, realizarán una diligencia judicial de exhumación, en búsqueda de desaparecidos durante el conflicto armado interno.

Luego de revisar la información que contiene el Diario Militar y de haber recibido las declaraciones de una persona que se encuentra como testigo del hecho, y quien relató que el sector de Ciudad Real, Mixco, era un «tiradero de cuerpos», las organizaciones sociales realizaron las denuncias y el MP decidió comenzar con las excavaciones en la orillas de la carretera principal del acceso sur a Ciudad San Cristóbal.

De acuerdo con Aura Elena Farfán, de la Asociación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos de Guatemala (Famdegua), tienen indicios que en este lugar se encuentran los cuerpos de Rubén Amí­lcar Farfán (universitario) y de Luz Calderón (sindicalista), aparte de varios estudiantes universitarios masacrados en aquella época.

Por su parte Helen Mack, de la Fundación Myrna Mack, explicó que desde 1999, año en que fue sacado a luz el Diario Militar, han podido avanzar en las investigaciones de los casos de genocidio y desapariciones ocurridos durante el conflicto armado interno. Sin embargo expresó que de parte del sector justicia ha habido poco interés e iniciativa y que los 183 casos que presentaron en un principio fueron encajonados.

Explicó que el diario da información del control que las fuerzas armadas mantení­an sobre determinados sectores de la población, como lideres sindicales, estudiantes universitarios, entre otros.

Luz Calderón desapareció el 8 de marzo de 1984. Ese dí­a, al regresar de comprar tortillas, fue secuestrada junto con sus dos pequeños hijos, a quienes soltaron la mañana siguiente; sin embargo, hasta la fecha su esposo y dos hijos continúan sin saber sobre su paradero.

Amí­lcar Farfán salió de su casa, rumbo a la Universidad de San Carlos el 15 de mayo de 1984, sin regresar a su casa a la hora de siempre y hasta la fecha su familia continúa desconociendo qué fue de él.