El precio emocional de la guerra


A pesar de una carrera que ha incluido una serie de éxitos aclamados por la crí­tica, como «Mi pie izquierdo» y «En el Nombre del Padre», el cineasta irlandés Jim Sheridan admitió en entrevista con la AFP que se sintió intimidado al asumir las riendas de su última pelí­cula.


El director de 60 años vuelve a los cines de Norteamérica esta semana con el estreno de «Brothers», un drama sobre el conflicto de un veterano de la guerra de Afganistán, papel desempeñado por Tobey Maguire, quien sufre su adaptación a la vida civil.

Sheridan admitió haber sentido ciertas aprensiones a la hora de aceptar la dirección de esta cinta, que es la versión hollywoodense de una aclamada pelí­cula con el mismo nombre hecha en Dinamarca por Susanne Bier.

«En este caso, cuando leí­ todos los comentarios sorprendentes sobre la pelí­cula original me puse a pensar «Oh, Dios mí­o, ¿por qué estoy de acuerdo en hacer esto?», dijo Sheridan.

Por lo tanto «tiene que dar lo mejor de ti y tratar de no hacer ningún daño a la (pelí­cula) original», agregó a la AFP.

Pero antes de que la cinta llegue a las salas, varias columnas y crí­tica especializada indican que la adaptación de Sheridan salió airosa del intento.

Tanto así­ que «Brothers» ya provocó rumores sobre una eventual candidatura al Oscar y llega a las salas menos de un mes después de que la masacre en el fuerte militar tejano de Fort Hood pusiera de relieve el problema de la salud mental en las filas de las fuerzas armadas estadounidense.

La pelí­cula gira entorno a una familia de obreros que se ve conmocionada por el regreso de Afganistán de uno de sus miembros, que vivió una experiencia terrible como prisionero de guerra.

Con un fuerte apoyo de los personajes desempeñados por los nominados al Oscar Jake Gyllenhaal y Natalie Portman, la pelí­cula de Sheridan se introduce con astucia en las cicatrices mentales de la guerra, recordando el clásico de 1978 de Michael Cimino «The Deer Hunter».

«Es una dificultad para el guerrero volver a una situación civil, y cómo tiene que adaptarse», apuntó Sheridan.

«En este caso es casi más interesante porque se convierte en una historia más estadounidense que de Afganistán o Irak».

«Cuando ví­ la pelí­cula danesa original me interesé mucho en la historia de ese alguien que va más allá del bien y el mal. En un sentido no es estrictamente una pelí­cula de guerra. Es sobre una situación donde una persona tiene que decidir entre un suicidio heroico o vivir. Y eso podrí­a ser una situación que se plantea en cualquier lugar».

Mientras los actores que ha dirigido Sheridan en su carrera han ganado Oscar -especialmente Daniel Day-Lewis y Brenda Fricker en «Mi pie izquierdo» (1989)- este cineasta sigue esperando su primera estatuilla después de haber recibido seis nominaciones de la Academia.

Sheridan dice que este año no va a formar parte del alboroto de rumores por lo premios de la industria estadounidense, pero admite que las celebraciones de los Oscar y de los Globos de Oro cumplen un papel vital en que se mantengan a flote los sectores de pelí­culas europeas e independientes.

«La gran cosa acerca de los premios es que pueden ayudar – y esto es especialmente cierto en las pelí­culas europeas – para vivir y sobrevivir», dijo Sheridan aclarando que nunca se plantea el tema de los premios a la hora de hacer una pelí­cula.