Confusión, ignorancia, proselitismo, protagonismo, intervencionismo, fanatismo, miedo, etcétera, son algunos de los factores que dominan la situación internacional con respecto a la crisis en Honduras.
Todos esperaban que en un país donde el abstencionismo ha sido siempre el factor común, más los llamados del popularísimo Zelaya a no votar, la asistencia fuera por lo menos, solo la mitad de los que normalmente votan, pero para sorpresa de todos, que con toque de queda popular y unas cuantas bombitas, la población le demostró al mundo que ellos son los que escogen su modelo de democracia.
Además de todos estos apelativos de la confusión que se genera en torno a Honduras, en algunos gobiernos democráticos donde la figura del presidente es solo una parte del gobierno, el Congreso le previno que previo a declarar si en Honduras había habido un golpe de Estado, que se hiciera una investigación legal del problema.
Hoy es día de luto para las seudodemocracias y para los presidentes que se creen reyes, pues Honduras demostró que en este continente empezaron a morir los seudodemócratas y los reyes, y que tarde o temprano las democracias verdaderas los irán desplazando.
Poco a poco pero el tiempo llegará, donde se analice por los organismos internacionales, de que las legislaciones de los países miembros deben de contar con sistemas en el que se puedan destituir a los presidentes de manera legal, cuando se desvíen de los principios democráticos, con lo que se erradicarían de por siempre, los nefastos golpes de estado