Las iglesias abandonadas por los fieles y sin valor artístico podrán ser demolidas o vendidas pero no pueden ser transformadas en discotecas, anunció el jueves el ministro de Cultura del Vaticano, monseñor Gianfranco Ravasi.
«Ante la baja de fieles, un fenómeno que se registra inclusive en el centro de Roma, las iglesias sin valor artístico y que deben ser sometidas a costosas remodelaciones pueden ser vendidas o destruidas», afirmó Ravasi.
Las conferencias episcopales nacionales deben dar la autorización, precisó el eclesiástico.
«No se trata de una orientación general. Se decidirá según el caso», agregó.
Ravasi reconoció que el mantenimiento de algunos lugares de culto puede ser difícil y costoso por lo que no descarta su venta, aunque advirtió que deben ser operaciones realizadas «con mucha prudencia».
El cardenal citó como ejemplo negativo el caso de una basílica en Hungría que fue «transformada» en una discoteca en donde se realizaban espectáculos con mujeres semidesnudas en el lugar donde se encontraba el altar.