Irán está «preparado» para un ataque contra sus instalaciones nucleares, aunque lo considera «poco probable», declaró el vicepresidente de la Organización iraní de Energía Atómica, Mohammad Saidi.
«Estimamos poco probable un bombardeo de nuestras instalaciones nucleares, pero hemos tomado las precauciones necesarias», dijo Saidi, citado el miércoles por la agencia Isna.
Responsables israelíes y estadounidenses no han descartado en los últimos meses la posibilidad de un ataque aéreo contra las instalaciones nucleares de Irán para interrumpir su programa.
Saidi reafirmó que su país estaba determinado a continuar su programa nuclear, en particular el enriquecimiento de uranio.
«Aunque se adopten las peores resoluciones (del Consejo de Seguridad), hemos comenzado el trabajo y lo continuaremos», recalcó.
«Las resoluciones del Consejo de Seguridad no pueden impedir al pueblo iraní que alcance sus objetivos», dijo.
También afirmó que Irán quiere «producir su combustible» nuclear para impedir que las grandes potencias utilicen como «un medio de presión» el suministro de combustible para las futuras centrales nucleares iraníes.
El Consejo de Seguridad adoptó a finales de diciembre una resolución que prevé sanciones contra los programas nuclear y balístico de Irán después de que este rechazara suspender su programa de enriquecimiento de uranio.
El portavoz del gobierno, Gholamhossein Elham, declaró el lunes que Irán estaba determinado a instalar al menos 3 mil centrifugadoras en Natanz.
«Nos dirigimos hacia una producción de combustible nuclear que necesita 3mil (centrifugadoras) e incluso más», afirmó.
Irán posee en la actualidad dos cascadas de 164 centrifugadoras en Natanz que enriquecen uranio a por lo menos 5%, un nivel necesario para la fabricación de combustible destinado a las centrales nucleares civiles.
Saidi también acusó a Estados Unidos de utilizar al Consejo de Seguridad de la ONU como un «instrumento».
«Las acciones estadounidenses no son nuevas y es normal que las Naciones Unidas, cuyo presupuesto proviene en buena parte de Estados Unidos, adopten una resolución contra Irán», afirmó, añadiendo que esto no afectaba la «determinación» de Teherán.
Repitió igualmente que Irán no quería un arma atómica, a la que calificó de «plaga». Irán sostiene que su programa nuclear es puramente pacífico pese a que los países occidentales sospechan que trata de adquirir armamento atómico encubierto por un programa nuclear civil.