El Ejecutivo de Bolivia rechazó hoy la conformación de un gobierno paralelo por parte de organizaciones sociales radicales que en la convulsa provincia de Cochabamba (centro) desconocieron al gobernador Manfred Reyes Villa.
«No reconocemos a ningún prefecto (gobernador) que no sea Manfred Reyes Villa», dijo de manera tajante el portavoz de Palacio Quemado, ílex Contreras, y acusó, sin identificar, a grupos sindicales radicales de haber promovido las últimas acciones registradas en Cochabamba que desembocaron en un «gobierno revolucionario».
Señaló que los progubernamentales cultivadores de coca, la columna vertebral de las movilizaciones sociales que cuestionaron a Reyes Villa por abrazar ideas autonomistas, comenzaron a retornar a sus comarcas de origen en la región cocalera del Chapare.
Tras el cabildo popular realizado en la víspera, grupos sindicales radicalizados conformaron un «gobierno revolucionario», conformado por 15 dirigentes de diferentes sectores sociales, para dirigir la gobernación, mientras Reyes Villa en un mensaje televisado aseguró que no renunciará.
Este grupo radical está encabezado por Tiburcio «Comandante Loro» Herrada, un ex miembro del desarticulado grupo subversivo Ejército Guerrillero Tupac Katari (EGTK) del que también fue militante el vicepresidente ílvaro García Linera, a principios de la década del 90.
Contreras informó que el presidente se encuentra reunido con su Gabinete de Ministros en La Paz para evaluar la delicada situación de Cochabamba, donde se produjeron días atrás violentos disturbios entre civiles oficialistas y opositores que dejaron dos muertos y unos 100 heridos.
Esta ciudad es el vínculo estratégico de la comunicación vial que une la rica provincia agroindustrial de Santa Cruz, con el occidente de Bolivia, punto de enlace a los puertos de altamar con el Océano Pacífico.