Misoginia


Consiste en el  odio o desprecio a la mujer y a todo lo que se refiera a conductas femeninas.  La misoginia ha sido considerada como  un atraso sociocultural que se deriva de la concepción de la superioridad masculina.  Este tipo de respuesta ante lo femenino no es exclusiva del hombre y se encuentra inmersa en lo social, en nuestra cultura,  nuestro idioma y también en cada una de las instituciones que conforman la sociedad.

Dra. Ana Cristina Morales Modenesi
crismodenesi@gmail.com

«Se refiere a una conducta relacionada con el pesimismo y la misantropí­a filosófica, pues la aversión a las mujeres suele ser sólo un sí­ntoma de desprecio general hacia lo humano y a la humanidad en general».  Wikipedia

Algunas frases misóginas de famosos:

Aristóteles: «La hembra es hembra en virtud de cierta falta de cualidades»,

Erasmo de Rotterdam: «La mujer es, reconozcámoslo, un animal inepto y estúpido aunque agradable y gracioso»,

Pitágoras: «Hay un principio bueno, que ha creado el orden, la luz y el hombre, y un principio malo, que ha creado el caos, las tinieblas y la mujer»,

Lo cierto es que mientras continuemos con  este tipo de pensamiento primitivo acerca de la concepción de las féminas,  la violencia en nuestra sociedad continuará y no habrá cabida a procesos de cambio.

Por la misoginia existente la mujer ha persistido con menor acceso a servicios de salud, a la educación y  continúa siendo recipiendaria de violencia que llega a su máximo potencial en el feminicidio.

Las expresiones de violencia contra las mujeres continúan siendo invisibles en nuestra sociedad, por lo que muchas de ellas transitan sus vidas sin la menor esperanza de que llegue a existir respeto por éstas.

He visto, escuchado y también he sentido el miedo expresado por las mujeres que se encuentran expuestas al desamparo de la violencia extrema.  Ninguna de nosotras nos escapamos de esta vivencia debido a que mientras en el mundo se continúe con  la persistencia de la agresión hacia una mujer por el simple hecho de serlo;  de manera indirecta esta conducta se disemina a cada una de nosotras.

La violencia hacia la mujer tiene costos de vidas, de enfermedades, costos en la mayorí­a de ocasiones irreparables,  pero también, contribuye al empobrecimiento de los paí­ses por el aumento de costos económicos que la misma implica.

Tiene un impacto psicológico en la vida de la mujer que la enfrenta y es un referéndum de enseñanza para los hijos e hijas, así­ como, conforma cicatrices psicológicas que se subsisten en sus vidas,  contribuyendo también al desarrollo de la violencia contra la niñez; y al desencadenamiento de problemas psiquiátricos en  los miembros pertenecientes a estas familias, tales como la depresión, trastornos de ansiedad, conductas adictivas  y el desarrollo de trastornos de la personalidad.

Por lo que es imperioso formular estrategias que coadyuven a fortalecer la imagen femenina y a considerar su humanidad.  Viéndonos como humanas es posible que nuestros agresores sientan empatí­a por nosotras y la  conducta  violenta se desvanezca.