Cuantos conocían a Reynaldo Montalvon se preguntaban de qué material estaría hecho ese hombre, porque nunca se cansaba de estar siempre en constante servicio a los que lo rodeaban.
César Guzmán
cesarguzman@yahoo.com
cesarguzman@yahoo.com
En ese hospital de Morón, España, en donde se trataba a miles de pacientes afectados con tuberculosis y otras enfermedades infecciosas, la ayuda de él era infinitamente apreciada.
Desde las primeras horas del día, hasta la medianoche, se le podía ver con un rostro lleno de optimismo y de amor hacia sus semejantes, en diversas tareas en beneficio de los internados.
Pero, pocos sabían que él no era un profesional, sino alguien igual a ellos…
Un enfermo más que los amaba con toda el alma.
PARA SERVIR, NO HAY BARRERAS.