Inicia la semana crucial para la aprobación del presupuesto con la filtración a la prensa del enfrentamiento que hay entre el Ministro de Finanzas Públicas y la esposa del Presidente. Ha trascendido que aprovechando su «buena prensa», los grupos afines al titular de la cartera del tesoro, molestos por las presiones que en su contra ejerce la señora de Colom y por la falta de definición del mismo Presidente, decidieron jugársela a divulgar las discrepancias con la idea de meterle algo de presión pública al asunto para balancear por lo menos un poco la situación.
El caso es que por mandato constitucional el presupuesto presentado por el Ministerio de Finanzas deberá estar aprobado antes del fin de este mes porque de lo contrario quedaría vigente el actual que es por una cantidad bastante mayor a la solicitada por los técnicos. El año pasado, sin prever los efectos de la crisis económica, esos mismos técnicos propusieron un presupuesto que se demostró irreal y altamente deficitario, por lo que ahora están corrigiendo con una importante reducción, no obstante lo cual aún hace falta que se emitan bonos para completar los ingresos necesarios.
Según la filtración a la prensa, bastante consistente, la esposa del Presidente desea que quede el mismo presupuesto porque tiene mayores asignaciones y además facilitaría transferencias para engordar las partidas de los programas que tiene a su cargo y que son cruciales para sus intenciones electorales. Por su parte, el ministerio estima que sería un error dejar el mismo instrumento del año que está por terminar y trata de convencer mediante una campaña de prensa sobre los perjuicios que causaría no aprobar el que elaboraron.
El año entrante tiene importancia especial para las aspiraciones del oficialismo en general y de la señora de Colom en particular porque su futuro electoral está íntimamente relacionado con la forma en que manejen los programas de cohesión social y de allí que no sea una discrepancia de poca monta o de escasa relevancia la que se está dando entre los funcionarios del Ministerio de Finanzas que apuestan a su triunfo sobre la tesis de que el Gobierno no se puede dar el lujo de quedarse sin los cuadros técnicos mejor vistos por la prensa que mantiene escrutinio constante sobre el papel del Ejecutivo.
Pero hay que ver que en anteriores oportunidades las filtraciones que afectan la figura de la esposa del Presidente se han saldado en perjuicio de quienes la pusieron en evidencia, porque no se puede negar que ejerce un poder más que real en la estructura de gobierno. Habrá que ver si la buena prensa del Ministro vale ahora para algo distinto.