La «mano de Henry» se convierte en asunto de Estado


Una foto de archivo muestra a la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, durante un debate con los diputados de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios (ECON) del Parlamento Europeo en Estrasburgo, en el este de Francia. En contraste con la posición del presidente francés, Nicolas Sarkozy y el primer ministro, Francois Fillon, que dijeron que los polí­ticos no deben involucrarse en la disputa futbolí­stica, Lagarde rompió filas en el gobierno francés y pidió que se repita el partido eliminatorio entre Francia e Irlanda. AFP PHOTO / DOMINIQUE FAGET

La «mano» del atacante de la selección francesa Thierry Henry, quien clasificó a Francia para la Copa del Mundo 2010 dejando afuera a Irlanda, se convirtió en asunto de Estado en ambos paí­ses.


Francia se clasificó el miércoles para la Copa del Mundo de futbol gracias a un pase dado por Henry -capitán de la selección- tras bajar la pelota con la mano.

Responsables gubernamentales pidieron que el partido se vuelva a jugar, pero la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) descartó hoy esa posibilidad, antes de que el propio jugador indicara en un comunicado que volver a disputar el encuentro serí­a «la solución más justa».

«Me alegra que el equipo (francés) esté en la Copa del Mundo, pero es triste que se haya clasificado con esa trampa», dijo la ministra francesa de Economí­a, Christine Lagarde, a la radio RTL.

«Me parece que en circunstancias semejantes estarí­a bien que el partido vuelva a jugarse», opinó.

Francia se clasificó el miércoles para la Copa del Mundo de fútbol que se disputará en Sudáfrica, gracias a un pase dado por Henry -capitán de la selección- tras bajar la pelota con la mano.

El árbitro no vio la falta en esa jugada, que concluyó con un gol de William Galas.

La polémica trascendió el campo de juego.

La «mano» de Henry fue de inmediato centro de debate en escenarios polí­ticos de primer orden, como la cumbre de Bruselas del jueves, llamada para elegir a las nuevas autoridades de la Unión Europea (UE).

«Pienso que sí­», respondió en rueda de prensa el primer ministro irlandés, Brian Cowen, al ser interrogado acerca de si el encuentro debí­a volver a jugarse y expresar el apoyo de su gobierno a un reclamo en ese sentido de la Federación Irlandesa de Fútbol (FAI).

Su homólogo francés, Francois Fillon, consideró en cambio que «ni el gobierno francés ni el gobierno irlandés deben inmiscuirse» en las reglas del fútbol.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, que habí­a asistido al partido disputado en Parí­s, trató de mantener la neutralidad.

«He dicho a Brian Cowen cuánto lo siento por ellos (…), pero no me pidan que ocupe el lugar del árbitro», dijo Sarkozy.

Antes de presentar una demanda formal a la FIFA, la Federación Irlandesa de Fútbol (FAI) pidió a su homóloga francesa que apoyara su reclamo.

«La Federación Francesa de Fútbol (FFF) deberí­a apoyar» el pedido irlandés, consideró el dirigente centrista Francois Bayrou, para quien un gesto semejante «mostrarí­a que no se está solamente detrás de intereses económicos».

Tres diputados de la gobernante Unión para un Movimiento Popular (UMP, derecha) consideraron que «por el honor de Francia, la FFF deberí­a aceptar el pedido» de su par irlandesa.

La FFF dijo que no querí­a «hacer comentario» alguno al respecto.

Pero la FIFA, a la que varias voces reclamaron que un sistema de video apoye el trabajo de los árbitros, rechazó volver a jugar el partido.

«Las decisiones del árbitro sobre hechos relacionados con el juego no tienen apelación, incluida la validación de un gol y el resultado de un partido», sostuvo la entidad, remitiéndose al capí­tulo 5 de la Ley de Juego.

Sin embargo, podrí­a ocurrir que la última palabra no haya sido dicha.

«Está claro que la solución más evidente serí­a volver a jugar el partido, pero esto no depende de mí­», dijo hoy en un comunicado Thierry Henry tras regresar discretamente a Barcelona donde se entrenó con sus compañeros azulgrana.

Si el partido se juega y Francia queda eliminada, el técnico de la selección francesa Raymond Domenech, y los jugadores, no recibirán la prima de 862.000 euros y 250.000 euros respectivamente que según la revista France Footbal recibirí­an -como es habitual en estos casos- por haber clasificado a Francia para el Mundial.