Tras la firma del acuerdo de creación de la Unidad de Atención de la Salud de los Pueblos Indígenas e Interculturalidad (UASPII), autoridades de Guatemala buscan brindar mejor atención a este sector que ha estado históricamente excluido, pese a que representa el 42% de la población.
«Con esta unidad se pretende establecer programas, políticas y normativas para el desarrollo de la salud de las comunidades mayas, garífunas y xinca, bajo la valoración, reconocimiento y respeto de sus conocimientos, métodos y prácticas de salud», afirmó el ministro de Salud, Ludwing Ovalle.
Aunque ayer fue publicado en el diario oficial el acuerdo para la creación de UASPII, se espera que en unos dos meses se empiecen a implementar los programas por dos áreas del país: la región Chortí (al este del país) y en Huehuetenango (noroeste).
«El proyecto contempla la contratación de personas que atiendan a los pobladores en sus idiomas maternos, así como de comadronas (parteras), para que las mujeres indígenas no tengan desconfianza en cuanto al servicio que se les brindará gratuitamente», resaltó Ovalle.
La UASPII también promoverá la incorporación del entendimiento del fenómeno salud-enfermedad desde lo energético, psicológico y biológico, en el sistema sanitario, de acuerdo a su geografía y adaptado a su cultura.
También promoverá la adecuación de los actuales servicios de salud y el respeto a los derechos de las mujeres indígenas, por medio de políticas y programas que se ejecutarán mediante la participación de distintos sectores.
Cifras de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) señalan que en el continente americano hay 45 millones de indígenas; esta cifra representa el 6% de la población total de América y el 40% de la población rural de América Latina.
Pese a los números, según la OPS existe una marcada discriminación e inequidad con los indígenas, que da como resultado que estos pueblos sufran de pobreza extrema, analfabetismo, migraciones, embarazos en adolescentes, violencia y abuso de alcohol.
«En cifras de salud, son los pueblos indígenas los que están peor, pero también hay cosas buenas de las que tenemos que aprender, como la constancia y el amor a lo suyo», subrayó Ovalle.
En tanto, según un boletín de la OPS, Paolo Balladelli, representante de la directora de la entidad, Mirta Roses Periago, afirmó que la decisión «prevé un desarrollo sin precedentes en la historia de Guatemala».
Por su parte, el presidente de Guatemala, ílvaro Colom, señaló a periodistas locales que de lograr «la integración de la medicina maya, garífuna y xinca, vamos a tener un tesoro». Calificó además la creación de dicha unidad como un acto de «justicia histórica».
Según las autoridades, el proyecto contempla prácticas positivas en la atención médica, como el parto vertical o parto en cuclillas, reconocidas en otros países, por lo que sostienen que con éste «se está venciendo el racismo y la discriminación».