La rusa Maria Sharapova y el argentiuno David Nalbandian pidieron a los organizadores del Abierto de Australia que hagan algo para que los tenistas no se tengan que enfrentar a las altas temperaturas, después de que ambos superaran este martes la primera ronda.
Sharapova sufrió calambres al jugar contra la francesa Camille Pin, mientras que Nalbandian calificó de «terribles» y «repugnantes» las condiciones de calor, que obligaron a su rival, el serbio Janko Tipsarevic, a abandonar.
«Es inhumano jugar tres horas con este calor. No creo que nuestros cuerpos estén preparados para esto», dijo Sharapova tras derrotar a Pin, por 6-3, 4-6, 9-7.
La temperatura alcanzó los 40 grados Celsius, pero Sharapova y Pin tuvieron que completar su partido en la pista central, ya que estaba jugándose cuando los organizadores aplicaron la regla de extrema condición canicular.
Esta regla permite detener los partidos de las otras canchas cuando el termómetro llega a los 35 grados, pero el techo no puede ser cerrado en el Rod Laver Arena o el Vodaphone Arena hasta que termine el partido que se está disputando.
La rusa, segunda jugadora mundial, dijo que no estaba de acuerdo en que los jugadores sigan enfrentándose con ese calor en la pista central, pero no podía hacer nada contra las reglas.
«Las reglas son las reglas, pero no necesariamente tengo que estar de acuerdo con ellas», dijo.
Sharapova, que retrasó su rueda de prensa dos horas para poder recuperarse, afirmó que sería mejor que el Abierto de Australia sea programado a final de año, cuando la temperatura es mejor.
Sin embargo, reconoció que cambiar el calendario de los cuatro Grand Slams sería difícil, ya que implicaría mutaciones en toda la temporada.
«Â¿Ustedes creen que puedo apoyar el hecho de jugar durante tres horas bajo ese calor? No. Sería estúpido», dijo. «Pero es difícil mover un gran torneo, cuando en el calendario hay competiciones todas las semanas del año. Aunque pienso que los tenistas preferirían jugar en mejores condiciones»,
Su rival, Camille Pin, estaba de acuerdo. «Me quemaban los pies. Mis piernas temblaban. En los terrenos de superficie dura es más difícil que en polvo de ladrillo, que absorbe mejor el calor», indicó la francesa.
Nalbandian, octavo cabeza de serie, respaldó las palabras de Sharapova y dijo que habría que hacer algo más por la salud de los jugadores en condiciones de extremo calor.
«Cuando jugamos en estas condiciones, pienso que necesitamos más ayuda», dijo. «Las reglas están así y no podíamos cambiarlas hoy. Pero si preguntan a todos los tenistas, les dirán que necesitamos más ayuda en ese sentido», señaló.
Nalbandian perdió los dos primeros set y se estaba recuperando, pero cuando iba por delante en el marcador por 6-7 (5/7) 4-6, 7-6 (7/2), 6-0, 2-1, llegó el abandono de Tipsarevic.
El argentino dijo que los tenistas deberían tener más asistencia de médicos o masajistas durante los partidos cuando el calor aprieta.
«No sé si se puede parar el partido o no. Es difícil decir cuándo se debe detener. Pero tal vez se podría contar con más tratamiento o masaje cuando sea necesario. Pienso que con unas condiciones como estas, te empiezas a sentir mal en la pista», indicó.
«Y no sólo son calambres o lesiones, afecta a todo. Es repugnante jugar así. Pienso que necesitamos algo más que atención. Te sientes muy mal en la pista con ese calor. Sólo piensas todo el tiempo en que lleguen los descansos, en sentarte y beber agua», dijo.